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De paseo por Split, una ciudad histórica en Croacia

Es un lugar bello, imponente, con esa mezcla perfecta con lo moderno, rodeado de marinas, con yates y ferries que hacen más fácil el recorrido entre islas y, sobre todo, ideal para el viajero de cualquier edad

7 de abril de 2024 - 11:10 PM

El Palacio Diocleciano tiene, dentro de lo que eran sus sótanos, un intrincado enjambre de tienditas y exhibiciones de arte. (Suministrada)

A orillas del mar Adriático, Croacia emerge como una de las joyas visitadas por los cruceros en travesías que salen principalmente desde Grecia o Italia. El país es favorito por sus bellezas naturales, el ambiente relajado, el clima y sus playas. De sus ciudades, Split, ubicada en el centro del mar Adriático, es una de las favoritas y fue uno de los puertos visitados en el viaje inaugural del Norwegian Viva, en el 2023.

Con tanto que ver, la selección de qué hacer se puso difícil. Queríamos ver las cascadas y el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, una de las maravillas naturales de Europa. Este tiene 15 lagos de agua cristalina azul-verdosa, pero estando lejano, y al ocupar casi todo el día de visita, decidimos hacer lo que hacemos siempre que vamos a un lugar por primera vez: tratar de tener un buen vistazo de las atracciones o actividades más importantes, para si regresamos en un segundo viaje, adentrarnos en el destino.

Abordamos un autobús turístico en el mismo puerto, que está solo a unos 10 minutos de la ciudad caminando, para aprovechar que incluía una visita guiada en el casco de la ciudad, y nos daría un vistazo panorámico de los alrededores. Luego de terminar, tuvimos varias horas para recorrer los rincones a nuestro gusto, ver las tiendas y comer pizza, mariscos. Y tomar un imperdible café en uno de las docenas de restaurantes en La Riva, el paseo marítimo que nos llevaría caminando de regreso al barco.

“Bienvenidos a la ciudad más bella del mundo, rodeada por las cordilleras Kozjak y Mosor y el monte Marjan, uno de los símbolos más importantes de la ciudad. Aquí le regalamos al visitante más de 2,700 horas de sol al año”, dijo orgullosa Lana, la guía, en perfecto español. Y cuando alguien de un lugar dice que es el más bello del mundo, respetamos su orgullo patrio sin discusión, a veces teniendo toda la razón, otras veces no. En el caso de Split, la ciudad más grande de Dalmacia y la segunda de Croacia, si no es la más bella del mundo, sin duda, tiene que estar entre los primeros lugares de la lista. Es bella, imponente, con esa mezcla perfecta de la historia con lo moderno y está rodeada de marinas, con yates y ferries que hacen más fácil el recorrido entre islas.

Zona de tiendas en el casco antiguo.
Zona de tiendas en el casco antiguo. (Suministrada)

Pero sobre todo, es un lugar que apela a viajeros de todas las edades, incluyendo gran cantidad de jóvenes deportistas, que van no solo a hacer deportes acuáticos, sino también a jugar tenis o fútbol (es famoso el Hajduk, su club de fútbol fundado en 1911). El país tiene amplia tradición deportiva y sus atletas han ganado decenas de medallas olímpicas.

Pero lo primero que no podrá pasar por alto el turista es la imponente estructura del Palacio Diocleciano, cuya fachada sur podrá apreciar desde La Riva. Aunque se piensa que hubo griegos antes, se dice que el emperador romano Diocleciano fue el primer habitante de Split, en el 293 a. C., y tenía como residencia, después de retirarse, el lujoso palacio que ocupaba 30,000 metros cuadrados. Con las guerras y crisis políticas, se convirtió luego en residencia de muchos recién llegados de otros lugares, y todavía viven allí, dentro de sus murallas, unas 3,000 personas.

Construido combinando una lujosa villa y un campamento militar romano, está dividido en cuatro partes, utilizando dos calles principales. La parte sur era para los apartamentos del emperador y sus ceremonias, y el norte, para la guardia imperial, que incluía el ejército, los sirvientes y los almacenes.

El edificio, que era rectangular, tenía cuatro grandes torres en las esquinas, puertas en cada uno de los cuatro lados y cuatro torres más pequeñas en las paredes. Con el tiempo y la llegada de otros residentes, estos adaptaron los espacios, aunque todavía se aprecia el contorno del palacio, que junto a todo el núcleo histórico, es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1979.

Split, Croacia
Split, Croacia (Suministrada)

Actualmente, tiene, dentro de lo que eran sus sótanos, un intrincado enjambre de tienditas y exhibiciones de arte que es lo primero que se ve al pasar una de las puertas de acceso, ya sea entrando por la puerta de la Aenea, en La Riva o por el Peristilo (centro del palacio). Pero sus techos y paredes le harán creer que está viajando en el tiempo, entre las capas históricas romana, porque originalmente su función era elevar los apartamentos imperiales. Luego de construirse viviendas, se usaron para poner la basura de estas.

Un recorrido por toda el área de la vieja ciudad, es una oportunidad de encuentro con iglesias medievales, palacios góticos o portales renacentistas y fachadas barrocas.

En la catedral, está el mausoleo del emperador Diocleciano, reliquias de San Domnius y San Anastasio, y su campanario, al que puede subir para una vista espectacular, es considerado el edificio medieval dálmata más auténtico (comenzado en el siglo XIII).

Otras áreas importantes que están en el palacio o lo rodean, son la Puerta de Oro o Porta Septemtrionalis, por donde el emperador entró al palacio por primera vez el 1 de junio de 305. La puerta conducía a Salona, la capital de la provincia romana de Dalmacia, aunque podía usarla solo el emperador y su familia.

También interesante es el Vestíbulo, por fuera cuadrado y por dentro, circular, con una gran cúpula abierta, que era la entrada a los antiguos salones imperiales.

Aunque el casco antiguo de la ciudad por fuera y dentro del palacio, uno de los mejores conservados de la época romana, puede parecer un laberinto, es muy fácil de recorrer y tiene mucho para ver.

Hay numerosas plazas que ameritan detenerse, como la Plaza de la Fruta, la Plaza del Pueblo y la muralla norte del Palacio, que es la mejor conservada. Todo esto sin olvidar tocar el dedo pulgar del pie de la estatua de Gregorio de Nin, acto que según la tradición le traerá buena suerte.

Los residentes de Split están orgullosos del trazado histórico que atrae tantos turistas, pero no quieren que los vean como una ciudad museo. ¡Y tienen razón! Split tiene mucha vibra, lindas playas (una a cinco minutos del puerto) diversidad de actividades acuáticas y deportivas, incluyendo senderismo y caminos para bicicletas, además de mucho ambiente nocturno en el mismo centro de la ciudad.

La ciudad, con un estilo de vida completamente mediterráneo y unos 200,000 habitantes, es cara (como todo Croacia). La guía dijo que luego de que empezaran a usar el euro, a partir de enero de 2023, todo es más costoso aún. Tanto, que sus residentes no pueden vivir en la ciudad, sino en las afueras, y usualmente en casas donde viven otros familiares, como ella, que vive en el segundo piso de la casa de sus padres. “Con un salario promedio de $1,000-$1050, no podemos costear viviendas en la ciudad, que están más caras que nunca, porque la mayoría se ha convertido en alquileres para Airbnb. Eso sí, como todos los croatas, tenemos muchos beneficios, como seguro de salud gratis (y podemos pagar un suplementario si deseamos), y una gran calidad de vida que hace que nuestra expectativa de vida este entre las mejores del mundo y la mortalidad infantil entre las más mínimas”, explicó Lana.

De Split a Medugorje en Bosnia y Herzegovina

Uno de los sitios de peregrinación católica más famosos del mundo es Medjugorje, y está en Bosnia y Herzegovina, que queda a unos 130 kilómetros de allí. Muchos viajeros aprovechan también para visitar el lugar, en honor a la Reina de la Paz o Nuestra Señora de Medjugorje, que se dice que se les apareció a seis niños, a partir de 1981.

Pero la ciudad, en la que al igual que todo el país se habla croata y muchos hablan inglés, es también uno de los puertos de cruceros más importantes del Mediterráneo, y es muy atractiva para ser punto de llegada o salida hacia otros destinos. Además de llegar por la vía marítima, desde Dubrovnik o Rijeka, a Split puede llegar en auto desde Dubrovnik, a unas cuatro horas de distancia, o desde Zagreb, la capital, que está a unas cinco horas. También puede viajar en ferries desde Ancona y Pescara, en Italia, por aire, y en tren, hacia el norte del país, desde donde puede ir a otros lugares de Europa.

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