La esposa del boxeador puertorriqueño Edgar Berlanga, Génesis Calderón, acudió a su cuenta de Instagram para solicitar que se investigue la legalidad de los vendajes utilizados por el británico Hamzah Sheeraz durante la pelea del pasado sábado, celebrada en el Estadio Louis Armstrong, en Queens, Nueva York.

En una publicación acompañada por varias imágenes, Calderón expresó su inquietud sobre un posible uso de vendajes irregulares por parte de Sheeraz, lo cual -a su juicio- podría haber puesto en riesgo la integridad física de su esposo durante el combate.

“Como esposa que vio cada asalto, algo no estaba bien. Podemos aceptar una derrota con dignidad, pero no puedo quedarme callada ante lo que vi”, escribió Calderón en la red social.

“Hay una diferencia entre perder una pelea y ser puesto en una situación para salir lastimado. ¿Por qué solo se retiró uno de los vendajes de Sheeraz? Después de la pelea, solo se quitó el vendaje derecho para inspección, pero fue la mano izquierda la que tumbó a mi esposo”, añadió.

Al cuestionar por qué el vendaje izquierdo de Sheeraz no fue retirado inmediatamente tras el combate, afirmó que el mismo presentaba una coloración amarilla y una textura que, según ella, lucía inusualmente dura.

“Mancha amarilla. Vendaje como yeso, algo no cuadra. Había una decoloración clara de gel en ese vendaje izquierdo. Se veía grueso, casi como un yeso. Y ahora he visto fotos de una pelea anterior. Exactamente lo mismo. ¿Vendajes alterados? ¿Resina? ¿Epoxi? Se ha dicho que lo que vimos podría ser resina o epoxi, ambas completamente ilegales. ¿Es eso cierto? Esto va más allá del boxeo. Esto se vuelve peligroso”, argumentó.

A pesar de que la Comisión Atlética del Estado de Nueva York (NYSAC, por sus siglas en inglés) firmó los vendajes antes del combate, Calderón insistió en que se debe revisar el proceso y preguntarse cómo fue aprobado un vendaje que, según ella, podría haber contenido materiales ilegales.

“Sí, los vendajes fueron firmados por la comisión, pero aunque la Comisión de Deportes de Nueva York los haya aprobado, tenemos que preguntarnos: ¿cómo fue que esto se aprobó otra vez? Edgar fue 12 asaltos con Canelo y salió luciendo mejor que aquí. Eso dice mucho. Vi a mi esposo pelear con corazón, pero algo estaba mal. Estoy orgullosa de Edgar. Sin excusas, sin quejas, solo la verdad. Pero como esposa, estuve allí sentada con lágrimas en los ojos, no por la derrota, sino por lo que se sintió como una injusticia”.

El mensaje finalizó con un llamado a las autoridades del boxeo y a los fanáticos a no ignorar estas preocupaciones por una antipatía hacia el boxeador boricua.

“Esto debe investigarse. Esto no es amargura, es una preocupación. Por mi esposo, por el deporte. Por cada boxeador que sube al ring esperando una pelea justa. No cierren los ojos solo porque no les agrada. No descarten la verdad solo porque no les gusta su personaje dentro del ring. Esto es entretenimiento. Su corazón es de oro fuera del escenario. Conocer a Edgar es amarlo. Como su esposa, no me quedaré en silencio. Esto debe examinarse, por él y por el deporte”, escribió la mujer, que hizo unos reclamos similares en el calce que acompaña la publicación.

Hasta el momento, ni Sheeraz ni la Comisión Atlética de Nueva York han respondido públicamente a las alegaciones planteadas por Calderón.

Berlanga -que perdió por nocaut- cayó tres veces durante su combate en la división supermediana. En el cuarto asalto, potentes combinaciones del británico lo enviaron a la lona en dos ocasiones. Tras la segunda caída, el puertorriqueño fue literalmente salvado por la campana.

Para el quinto episodio, Berlanga salió visiblemente lastimado. La combinación que sentenció el combate -dos izquierdas seguidas de una derecha al rostro- llegó al inicio del asalto, con el reloj marcando 2:44.