Ángel ‘Cholo’ Peña es mucho más que un nombre en el voleibol playero de Puerto Rico: su trayectoria se distingue por la consistencia y el compromiso en la formación de los equipos nacionales.

Este fin de semana, su trabajo se pone a prueba con la dupla Allanis Navas y María González, que debutará en el Mundial en Australia bajo su dirección.

Peña reconoce tanto lo bueno como lo malo de su personalidad en una entrevista con El Nuevo Día, que ha seguido su carrera por más de 20 años. También analiza cómo su presencia en diversas controversias lo ha hecho perseverante y lo ha convertido en un entrenador insistente, consistente en sus métodos y siempre con los pies en la arena.

“Desde el inicio he estado en contra de la marea”, dijo Peña, recordando una controversia de hace 30 años con la Federación Puertorriqueña de Voleibol para un torneo en Australia.

“Y es la perseverancia lo que me ha dado resultados. Olvídense si son buenos o malos resultados. Es la consistencia en practicar, en prepararnos, en no detenernos por la falta de fondos. Siempre hay una manera de seguir adelante”, agregó.

“Con el tiempo he aprendido y madurado para que esa espina dorsal juegue a nuestro favor. Quizás antes era muy agresivo al expresar mis puntos de vista y al cuestionar a los demás. Pero he aprendido a sacar las cosas adelante”, continuó Peña.

Peña fue entrenador de la histórica pareja olímpica Ramón ‘Monchito’ Hernández y Raúl Papaleo, hoy exaltados en el Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño. También dirigió a la primera pareja femenina medallista en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Maracaibo 1998, Elaine López y Sheila Conley, así como a una de las primeras parejas costeadas con fondos del Comité Olímpico de Puerto Rico, Willie de Jesús y Amaury Velasco.

Actualmente, Peña trabaja con Navas y González, quienes originalmente fueron entrenadas por el exjugador Erick Haddock. De hecho, Haddock jugaba en dupla con Rafu Rodríguez, y ambos trabajaron con Peña en su momento.

Y parece que Navas y González han hecho “click” con Peña.

“La razón por la que trabajo con ellas es que son las últimas ‘indias mohicanas’. A estas nenas tú les dices ‘ustedes van’ y ellas van. Son de la generación de los 70 y 80 que todavía vive con esa mentalidad”, explicó.

“Se adaptan a mí y yo a ellas. Y ellas me han visto defendiéndolas en cosas que no tienen que ver con la cancha. Las olas están grandes, pero no navegamos por debajo de ellas. El barco sigue adelante”, concluyó.