Lalo Schifrin, el compositor que escribió el tema infinitamente pegadizo de “Misión: Imposible” y más de 100 arreglos para cine y televisión, murió el jueves a los 93 años.

Los hijos de Schifrin, William y Ryan, confirmaron su muerte a los medios especializados. Los mensajes de The Associated Press al publicista de Schifrin y a los representantes de ambos hermanos no fueron devueltos de inmediato.

El argentino ganó cuatro premios Grammy y fue nominado a seis premios Oscar, incluidos cinco a la mejor banda sonora original por “Cool Hand Luke”, “The Fox”, “Voyage of the Damned”, “The Amityville Horror” y “The Sting II”.

“Cada película tiene su propia personalidad. No hay reglas para escribir música para películas”, dijo Schifrin a The Associated Press en 2018. “La película dicta cuál será la música”.

También escribió la gran actuación musical final para el campeonato de la Copa Mundial en Italia en 1990, en la que Los Tres Tenores — Plácido Domingo, Luciano Pavarotti y José Carreras — cantaron juntos por primera vez. El trabajo se convirtió en uno de los mayores éxitos de venta en la historia de la música clásica.

Schifrin, también pianista de jazz y director de música clásica, tuvo una notable carrera en la música que incluyó trabajar con Dizzy Gillespie y grabar con Count Basie y Sarah Vaughan. Pero quizás su mayor contribución fue la partitura instantáneamente reconocible de “Misión: Imposible” de la televisión, que impulsó la franquicia cinematográfica de largometrajes que abarcó décadas y que acaba de terminar, liderada por Tom Cruise.

Escrito en el inusual compás de 5/4, el tema — Dum-dum DUM DUM dum-dum DUM DUM — se combinó con un reloj de autodestrucción en la pantalla que dio inicio al programa de televisión, que se transmitió de 1966 a 1973. El crítico de cine de The New Yorker, Anthony Lane, lo describió como “solo la melodía más contagiosa jamás escuchada por oídos mortales” e incluso alcanzó el puesto 41 en el Billboard Hot 100 en 1968.

Schifrin originalmente escribió una pieza de música diferente para el tema musical, pero al creador de la serie, Bruce Geller, le gustó otro arreglo que Schifrin había compuesto para una secuencia de acción.

El productor me llamó y me dijo: “Vas a tener que escribir algo emocionante, casi como un logo, algo que sea una firma, y va a empezar con una mecha”, dijo Schifrin a AP en 2006.

“Así que lo hice y no había nada en la pantalla. Y tal vez el hecho de que fuera tan libre y no tuviera imágenes que captar, tal vez por eso esto se ha vuelto tan exitoso, porque escribí algo que salió de mi interior”. Cuando se le pidió al director Brian De Palma que llevara la serie a la pantalla grande, quiso traer el tema con él, lo que llevó a un conflicto creativo con el compositor John Williams, quien quería trabajar con un nuevo tema propio. Williams salió y entró Danny Elfman, quien accedió a conservar la música de Schifrin.

Hans Zimmer se hizo cargo de la banda sonora de la segunda película, y Michael Giacchino musicalizó las dos siguientes. Giacchino le dijo a NPR que dudaba en aceptarlo, porque la música de Schifrin era uno de sus temas favoritos de todos los tiempos. “Recuerdo haber llamado a Lalo y haberle preguntado si podíamos reunirnos para almorzar”, dijo Giacchino a NPR. “Y estaba muy nervioso, me sentía como alguien que le pide a un padre si puede casarse con su hija o algo así. Y él dijo: ‘Simplemente, diviértete con eso’. Y lo hice”.

“Misión: Imposible” ganó premios Grammy al mejor tema instrumental y a la mejor banda sonora original de una película o programa de televisión. En 2017, el tema ingresó al Salón de la Fama de los Grammy. Los miembros de U2, Adam Clayton y Larry Mullen Jr., versionaron el tema mientras hacían la banda sonora de la primera entrega de 1996; esa versión alcanzó el puesto 16 en el Billboard 200 con una nominación al Grammy. Un comercial de 2010 de té Lipton representaba a un joven Schifrin componiendo el tema en su piano mientras se inspiraba a través de sorbos de la marca Lipton Yellow Label. Los músicos cayeron del cielo mientras él agregaba elementos. Vida temprana llena de música Nacido como Boris Claudio Schifrin en una familia judía en Buenos Aires, donde su padre era el concertino de la orquesta filarmónica, Schifrin recibió formación clásica en música, además de estudiar derecho.

Después de estudiar en el Conservatorio de París, donde aprendió sobre armonía y composición del legendario Olivier Messiaen, Schifrin regresó a Argentina y formó una banda de conciertos. Gillespie escuchó a Schifrin tocar y le pidió que se convirtiera en su pianista, arreglista y compositor. En 1958, Schifrin se mudó a Estados Unidos, tocando en el quinteto de Gillespie de 1960 a 1962 y componiendo la aclamada “Gillespiana”. La larga lista de luminarias con las que actuó y grabó incluye a Ella Fitzgerald, Stan Getz, Dee Dee Bridgewater y George Benson. También trabajó con estrellas clásicas como Zubin Mehta, Mstislav Rostropovich, Daniel Barenboim y otros. Schifrin se movió fácilmente entre géneros, ganando un Grammy por “Jazz Suite on the Mass Texts” de 1965 y al mismo tiempo obteniendo un reconocimiento ese mismo año por la banda sonora de “The Man From U.N.C.L.E.” de la televisión. En 2018, recibió una estatuilla honorífica del Oscar y, en 2017, la Academia Latina de la Grabación le otorgó uno de sus premios especiales de fideicomisario.

Las bandas sonoras posteriores incluyeron “Tango”, “Rush Hour” y sus dos secuelas, “Bringing Down The House”, “The Bridge of San Luis Rey”, “After the Sunset” y la película de terror “Abominable”. Al escribir los arreglos para “Dirty Harry”, Schifrin decidió que el personaje principal no era en realidad el héroe de Clint Eastwood, Harry Callahan, sino el villano, Scorpio. “Uno pensaría que el compositor prestaría más atención al héroe. Pero en este caso, no, lo hice con Scorpio, el tipo malo, el tipo malvado”, dijo a AP. “Escribí un tema para Scorpio”. Fue Eastwood quien le entregó su Oscar honorífico. “Recibir este Oscar honorífico es la culminación de un sueño”, dijo Schifrin en ese momento. “Es misión cumplida”.

Entre los créditos de dirección de Schifrin se incluyen la Orquesta Sinfónica de Londres, la Orquesta Sinfónica de Viena, la Filarmónica de Israel, la Filarmónica de México, la Orquesta Sinfónica de Houston, la Orquesta de Cámara de Los Ángeles y la Orquesta Sinfónica de Atlanta. Fue nombrado director musical de la Orquesta Sinfónica de Glendale del sur de California y se desempeñó en ese cargo de 1989 a 1995. Schifrin también escribió y adaptó la música para “Christmas in Vienna” en 1992, un concierto con Diana Ross, Carreras y Domingo. También combinó tango, folk y géneros clásicos cuando grabó “Letters from Argentina”, nominado a un Grammy Latino al mejor álbum de tango en 2006. Schifrin también recibió el encargo de escribir la obertura para los Juegos Panamericanos de 1987, y compuso y dirigió la actuación final del evento de 1995 en Argentina. Y para quizás una de las únicas óperas interpretadas en la antigua lengua indígena náhuatl, en 1988 Schifrin escribió y dirigió la sinfonía coral “Songs of the Aztecs”. La obra se estrenó en las pirámides de Teotihuacan de México con Domingo como parte de una campaña para recaudar dinero para restaurar el templo azteca del sitio.

“Me pareció un lenguaje muy dulce y musical, uno en el que los sonidos de las palabras dictaban melodías interesantes”, dijo Schifrin a The Associated Press en ese momento. “Pero la verdadera respuesta es que hay algo mágico en ello. ... De todos modos, hay algo mágico en el arte de la música”. Además de sus hijos, le sobreviven su hija, Frances, y su esposa, Donna.