Nota de archivo: este contenido fue publicado hace más de 30 días.

Luego de casi una década de ausencia, solo bastaron los acordes de la primera canción y su característica sonrisa pícara para que Alejandro Sanz volviera a echarse al bolsillo a su fanaticada puertorriqueña, la misma que lo esperó pacientemente.

💬Ver comentarios