Zachary Levi, al centro, protagoniza la película "Shazam! Fury of the Gods".
Zachary Levi, al centro, protagoniza la película "Shazam! Fury of the Gods". (Suministrada)

Aún con la saturación de películas de superhéroes durante los últimos cinco años y específicamente el caos creativo de las adaptaciones de DC Comics, la película Shazam! Fury of the Gods se las ingenia para ser una secuela que concreta y eleva todo lo que funcionó en el primer filme para entregarle al público una experiencia entretenida, memorable y gratificante.

Son muchas las cualidades positivas de esta producción de Warner Brothers que comienza a exhibirse en los cines de Puerto Rico este jueves. Sin embargo, lo que facilita todo es el excelente guion de Chris Morgan y Henry Gayden. Vale la pena resaltar que es uno de los pocos de este género en particular que resulta ejemplar. La estructura dramática es sólida y más importante, comprueba que en este tipo de película tener un tono consistente y distintivo es mucho más eficiente que tratar de imitar lo que ha funcionado para otros.

Esta película reafirma que lo que funciona para Shazam! (Zachary Levi) es enfocarse más en los conflictos internos de Billy Batson (Asher Angel) que en las amenazas externas que tiene que combatir para poder salvar el mundo. Cuando comienza la película queda claro que ser una adolescente que se puede transformar en un superhéroe en menos de un segundo no ha sanado los traumas de haber sido abandonado por su madre y como esto afecta su relación con su familia adoptiva. Todo esto es puesto a prueba cuando dos deidades mitológicas, interpretadas por Helen Mirren y Lucy Liu, buscan restaurar su poder sobre los humanos, recuperando los poderes que el protagonista y su familia comparten.

Si esa sinopsis de la trama le resulta genérica, al igual que mucha de la campaña publicitaria del filme, sepa que la magia de esta secuela está en su ejecución. La película carece de la energía caótica que caracterizo a Black Adam. Cada secuencia de acción sucede para mover la historia hacia adelante o para profundizar el arco dramático de los personajes. La dirección de David F. Sandberg logra darle unidad a todos los recursos del guion. El director tiene una facilidad impresionante para calibrar suspenso y humor en las secuencias de acción, pero su arma secreta son sus actores.

Zachary Levi en el rol titular resulta aún mas acertado en esta ocasión. No es ninguna sorpresa que el actor es un excelente comediante. En esta ocasión su manejo del núcleo emocional detrás del humor del personaje permite que la última sección del filme funcione y no resulte pretensiosa o manipuladora. De la misma forma, actores como Helen Mirren y Djimon Hounsou tratan este material con la misma integridad que le dan a sus esfuerzos dramáticos más convencionales. Y no se puede cerrar la celebración del talento de este elenco sin mencionar el trabajo de Jack Dylan Grazer. Su personaje en esta cinta tiene una jornada paralela a la de Billy y el joven actor posee la misma facilidad que Levi para los matices dramáticos detrás de la comedia del filme.

Con todo esto a su favor, Shazam! Fury of the Gods se distingue por ser una excelente secuela que deja al espectador queriendo ver más de lo que deslumbra y entretiene en pantalla. Aún así el filme termina con lo que podría interpretarse como el cierre definitivo para este personaje. Sin entrar en detalles, es uno de los mejores momentos que ha tenido las adaptaciones de DC Comics en la pantalla grande en mucho tiempo.

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