Son incontables las historias del camino que carga consigo el animador y comediante Raymond Arrieta, así como el sufrimiento físico y emocional que no se le despinta de su ser. Las palabras y el apoyo de la gente, así como un rosario, es a lo que se aferra cuando siente que ya no puede más. Caminar en beneficio de los pacientes de cáncer que reciben servicios en el Hospital Oncológico acepta que es una hazaña que cada vez se le hace más difícil realizar.