La risa y el llanto son las principales líneas de expresión de un bebé durante los primeros meses de vida. Pero aún cuando ya adquieren la habilidad de hablar, ambas emociones siguen siendo importantes en la vida de un niño y de quienes le rodean. Son los padres y familiares los que deben interpretar estos signos que constituyen una de las formas de comunicación que caracteriza al ser humano.