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‘No soporto que sea tan posesivo’
Pasos para lidiar con esta relación
Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 14 años.
5 de abril de 2011 - 12:13 PM
Tanto ellos como ellas pueden convertirse en el "posesivo" de la relación, a menudo para detrimento de la unión. Irónicamente, mientras más posesiva se vuelve una persona, más luchará su pareja para ser libre, logrando con este comportamiento que él o ella desarrollen una necesidad incluso mayor de controlar la situación. Es un círculo vicioso y emocionalmente agotador.
La fuerza dominante que se esconde detrás de la persona posesiva, no importa si es hombre o mujer, es la inseguridad. La gente que tiene una elevada autoconfianza y es feliz consigo misma, tiene fe en que su pareja le ama y no siente la necesidad de controlar la relación ni tampoco de controlar a su pareja. Contrario a ello, alguien que es inseguro pudiera dudar de la dedicación que le brinda su pareja y entonces intentar mantener un control sobre ella. En pocas palabras, se trata de personas que se sienten vulnerables y harán lo que sea con tal de asegurarse de no ser heridos por la pareja.
"Ser posesivos con otras personas está basado en sentimientos de inseguridad y de falta de cariño", señala el doctor Hale Dwoskin, autor del método Sedona, una clave para la felicidad, el éxito, la paz y la tranquilidad y coautor de la obra ‘La felicidad es libertad y más fácil de lo que pensamos'. Añade que tal inseguridad puede tener varios puntos de origen: el abandono del padre o la madre cuando niños, la infidelidad de una pareja romántica en el pasado y otras más.
"El ser posesivos a menudo proviene de celos profundos y temor de no ser amados por la pareja", señala Dwoskin.
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