La imponente carrocería de la nueva Nissan Pathfinder 2022 está hecha para intimidar al más intrépido de los conductores, sin embargo, la experiencia al volante de esta máquina de tres filas de asiento grita: “¡comodidad!”.

Siendo un conductor de autos compactos, recientemente me aventuré a hacer una prueba de manejo con la versión Platinum en los colores negro y “scarlet ember”, una experiencia que bien pudiera catalogar “de altura”, no tan solo por la elevación que le dan sus aros de 20 pulgadas, sino por su atractivo diseño y la tecnología de punta que le acompaña.

El modelo tiene una elegancia definida a simple vista en su exterior, sin embargo, el monótono color negro de sus interiores en asientos y puertas no le hace justicia a quienes la ven pasar.

Pero más allá de eso, la experiencia en la autopista fue demostrativa de su estabilidad y de su amplio sistema de seguridad.

En medio del tapón hacia San Juan, el sistema de alerta inteligente de colisión frontal se encargó de alertarme cuando un vehículo desaceleraba frente a mí para que redujera la velocidad.

Al llegar al estrecho estacionamiento de mi residencia, estacionarme parecía un reto, pero las cuatro cámaras que proyectaron una vista virtual aérea de 360 grados en la pantalla principal de 9 pulgadas, me ayudaron a completar la misión.

Al día siguiente, recorrí el centro de la isla para poner a prueba la transmisión de nueve velocidades que distingue a este modelo. Para el recorrido, invité a tres amigos, que me acompañaron en la travesía con rumbo a Cayey. Todos quedaron impresionados con su espacioso interior, que para una sola persona podría parecer una nave.

Los tres, incluyendo al copiloto, se sentían muy cómodos. En el caso de los que se ubicaron en los asientos tipo capitán, que Patfinder incluyó por primera vez en su segunda fila de asientos, estaban “como reyes”, afirmaron.

Tras salir de San Juan, nos dirigimos al primer destino: Naranjito. Subiendo y bajando cuestas, la potencia de su motor de 3.5 litros con 284 caballos de fuerza se dejó sentir. Contrario a lo que ocurre en otros modelos, mantuvo el brío al subir por las pendientes.

Entre las montañas que conectan a Naranjito y Barranquitas era obligatorio abrir el techo panorámico, que se extiende hasta la segunda fila de asientos, brindando así una amplitud significativa desde cualquier ángulo.

Al salir de Barranquitas, conectamos con Aibonito. Mientras la tarde iba cayendo, luego de disfrutar de un manjar de comida criolla, el sistema de sonido Bose, compuesto por 13 bocinas, armonizó la ruta.

Sin necesidad de un cable USB, la música se conectó inalámbricamente desde el celular a través de Apple Car Play. Tampoco fue necesario un cable para cargar el teléfono, pues el modelo incluye un puerto de recarga inalámbrica frente a su moderna palanca de cambios.

De Aibonito pasamos a Cayey, desde donde regresamos a San Juan. Bajando por las curvas empinadas del barrio Jájome, la unidad mantuvo su estabilidad. Este modelo cuenta con un sistema inteligente 4x4 con siete modos de conducción.

Aparte de la pantalla principal, la Pathfinder tiene un monitor de medidores de 12.3 pulgadas que, sumado a la pantalla al nivel de la vista, te inunda de información. Aunque durante el día podría pasar por desapercibido, en la noche es peor. Son demasiadas pantallas.

De todos los sistemas de seguridad, la alerta de cambio de carril fue fundamental al manejar por el interior montañoso de la isla, pues al detectar que me estaba saliendo del carril involuntariamente, producía una vibración en el guía.

Si con algo quedé impresionado fue con el rendimiento de la guagua, que promedió unas 27 millas por galón. Estimo que si tuviera el tanque vacío, con $50 se llena.

El pecio de venta de la Nissan Pathfinder oscila entre los $43,210 y los $62,830, que aumenta según las versiones del modelo.