

6 de septiembre de 2025 - 10:36 AM
El orden es mucho más que una cuestión de limpieza o estética: nos ayuda a organizar la vida diaria, desde mantener la casa en armonía hasta clasificar documentos o dinero, como ordenar billetes de menor a mayor, lo que aporta claridad y estructura. Sin embargo, cuando esta necesidad de organizar se vuelve excesiva, rígida o difícil de controlar, puede ser una señal de que hay algo más profundo detrás de ese comportamiento.
Precisamente, especialistas en psicología señalan que acciones como organizar los billetes por denominación de manera insistente o repetitiva pueden ser indicios de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Esta condición va más allá de la simple búsqueda de orden y refleja patrones de pensamiento y comportamiento difíciles de controlar.
Por ejemplo, una persona podría sentir la necesidad de alinear cada billete con exactitud varias veces hasta sentirse “tranquila”, o revisar constantemente su cartera para asegurarse de que todo esté perfectamente organizado. Situaciones como estas, si generan ansiedad y consumen tiempo excesivo, podrían indicar la presencia de TOC.
Por lo antes mencionado, se puede decir que si bien organizar billetes u otros objetos es una conducta habitual que no genera problemas en la mayoría de las personas, los expertos destacan que lo realmente relevante es la intensidad de la conducta y el impacto que tiene en la vida cotidiana. De hecho, tener un gusto por el orden no equivale a experimentar ansiedad o malestar ante la más mínima alteración de esa organización.
El Trastorno Obsesivo Compulsivo se caracteriza por la presencia de pensamientos persistentes, llamados obsesiones, y de conductas repetitivas, conocidas como compulsiones, que la persona siente que debe realizar para reducir la angustia. En este sentido, acciones como ordenar billetes de menor a mayor, alinearlos con exactitud o sentirse incómodo si no están “perfectos” pueden ser simplemente una manía.
Sin embargo, estas conductas podrían ser un indicio de TOC si se cumplen algunas de las siguientes condiciones:
No todas las personas que buscan que todo esté limpio o perfectamente organizado padecen Trastorno Obsesivo Compulsivo. Según advierten desde Mayo Clinic, muchas personas disfrutan de mantener su entorno en orden, pero eso no significa que exista un problema de salud mental. La clave está en la intensidad y el impacto de esos hábitos en la vida diaria.
Lo que resulta preocupante es cuando estos pensamientos o conductas comienzan a consumir demasiado tiempo, generan malestar emocional o interfieren con la rutina y las relaciones personales. En esos casos, lo que parecía un simple gusto por el orden puede convertirse en un factor que limita la vida cotidiana.
“El TOC va más allá de querer que las cosas estén bien hechas. Se trata de pensamientos intrusivos que causan ansiedad y de rituales que se realizan para intentar aliviar esa sensación”, explican desde la institución médica para recordar la diferencia fundamental entre un comportamiento perfeccionista y un trastorno que requiere atención profesional.
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