Si la administración de Pedro Pierluisi cancela el contrato de LUMA Energy como se ha ponderado internamente y reclaman figuras de su partido, legisladores y ciertos sectores ciudadanos, el consorcio utilizará a su favor una lista de cientos de fallas en el sistema de generación, una retahíla de supuestas zancadillas por parte de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y su junta de gobierno, la no implementación de planes que serían claves para la transformación del sistema eléctrico y decisiones regulatorias que harían inviable el contrato de Operación y Mantenimiento (O&M, en inglés).