

31 de agosto de 2025 - 6:37 AM
Washington — El intento del presidente Donald Trump de despedir a una miembro de la junta de gobierno de la Reserva Federal ha desatado las alarmas entre economistas y expertos legales, que lo consideran la mayor amenaza a la independencia del banco central en décadas.
Las consecuencias podrían afectar a la vida cotidiana de la mayoría de los estadounidenses: A los economistas les preocupa que si Trump consigue lo que quiere —una Fed leal que recorte drásticamente las tasas de interés a corto plazo— el resultado sería probablemente una mayor inflación y, con el tiempo, mayores costos de endeudamiento para cosas como hipotecas, préstamos para automóviles y préstamos comerciales.
El lunes, Trump intentó despedir a Lisa Cook, la primera mujer negra nombrada para la junta de gobierno de siete miembros de la Fed. Era la primera vez en los 112 años de historia de la Fed que un presidente intentaba despedir a un gobernador.
Trump dijo que lo hacía debido a las acusaciones planteadas por uno de sus designados de que había cometido fraude hipotecario.
Lisa Cook ha argumentado en una demanda en la que pide que se bloquee su despido que las acusaciones son un pretexto para el verdadero objetivo de Trump: Obtener más control sobre la Fed. Un tribunal podría decidir la semana que viene si bloquea temporalmente el despido de Lisa Cook mientras el caso sigue su curso legal.
Lisa Cook está acusada de haber declarado dos viviendas como residencias principales en julio de 2021, antes de incorporarse a la junta, lo que podría haber dado lugar a una tasa hipotecaria más baja que si una de ellas se hubiera clasificado como segunda vivienda o propiedad de inversión. En su demanda, ha sugerido que podría haber sido un error administrativo, pero no ha respondido directamente a las acusaciones.
La independencia de la Fed ‘pende de un hilo’
Trump y miembros de su administración no han ocultado su deseo de ejercer más control sobre la Fed. Trump ha exigido repetidamente que el banco central recorte su tasa clave hasta el 1.3%, desde su nivel actual del 4.3%.
Antes de intentar despedir a Lisa Cook, Trump atacó repetidamente al presidente de la Fed, Jerome Powell, por no recortar la tasa de interés a corto plazo y amenazó con despedirlo también.
“Tendremos una mayoría muy pronto, así que eso será bueno”, dijo Trump el martes, en referencia al hecho de que si puede reemplazar a Lisa Cook sus designados controlarán la junta de la Fed por una votación de 4-3.
“El caso particular de la gobernadora Lisa Cook no es tan importante como lo que muestra esta última medida sobre la escalada de los ataques a la Fed”, dijo Jon Faust, economista de Johns Hopkins y exasesor de Powell. “En mi opinión, la independencia de la Fed pende realmente de un hilo”.
Algunos economistas sí creen que la Fed debería recortar más rápidamente, aunque prácticamente ninguno está de acuerdo con Trump en que debería hacerlo en 3 puntos porcentuales. Powell ha señalado que es probable que la Fed recorte un cuarto de punto en septiembre.
¿Por qué los economistas prefieren los bancos centrales independientes?
La Fed ejerce un amplio poder sobre la economía de Estados Unidos. Al recortar la tasa de interés a corto plazo que controla —lo que suele hacer cuando la economía flaquea— la Fed puede abaratar los préstamos y fomentar un mayor gasto, crecimiento y contratación. Cuando sube la tasa para combatir los precios más altos que vienen con la inflación, puede debilitar la economía y causar la pérdida de empleos.
La mayoría de los economistas han preferido durante mucho tiempo los bancos centrales independientes porque pueden tomar medidas impopulares que los funcionarios electos son más propensos a evitar. Las investigaciones económicas han demostrado que las naciones con bancos centrales independientes suelen tener una inflación más baja a lo largo del tiempo.
Los funcionarios electos como Trump, sin embargo, tienen muchos más incentivos para presionar por tasas de interés más bajas, lo que facilita a los estadounidenses la compra de viviendas y automóviles e impulsaría la economía en el corto plazo.
Una Fed política podría impulsar la inflación
Douglas Elmendorf, economista de Harvard y exdirector de la Oficina de Presupuesto del Congreso no partidista, dijo que la exigencia de Trump de que la Fed recorte su tasa clave en 3 puntos porcentuales sobreestimularía la economía, elevando la demanda de los consumidores por encima de lo que la economía puede producir e impulsando la inflación, de forma similar a lo que ocurrió durante la pandemia.
“Si la Reserva Federal cae bajo el control del presidente, entonces terminaremos con una mayor inflación en este país probablemente durante años”, dijo Elmendorf.
Y aunque la Fed controla una tasa a corto plazo, los mercados financieros determinan los costos de endeudamiento a más largo plazo para las hipotecas y otros préstamos. Y si a los inversionistas les preocupa que la inflación se mantenga alta, exigirán mayores rendimientos de los bonos del gobierno, lo que elevará los costos de endeudamiento en toda la economía.
En Turquía, por ejemplo, el presidente Recep Tayyip Erdogan obligó al banco central a mantener bajas las tasas de interés a principios de la década de 2020, incluso cuando la inflación se disparó al 85%. En 2023, Erdogan permitió una mayor independencia del banco central, lo que ha ayudado a reducir la inflación, pero las tasas de interés a corto plazo subieron al 50% para combatir la inflación, y siguen siendo del 46%.
Otros presidentes de Estados Unidos han acosado a la Fed. El presidente Lyndon Johnson hostigó al entonces presidente de la Fed, William McChesney Martin, a mediados de la década de 1960 para mantener bajas las tasas mientras Johnson aumentaba el gasto público en la guerra de Vietnam y los programas contra la pobreza. Y Richard Nixon presionó al entonces presidente Arthur Burns para que evitara las subidas de tasas en el período previo a las elecciones de 1972. Ambos episodios son ampliamente culpados de conducir a la inflación obstinadamente alta de los años 60 y 70.
Trump también ha argumentado que la Fed debería bajar su tasa para facilitar al gobierno federal la financiación de su tremenda carga de deuda de $37 billones. Sin embargo, eso amenaza con distraer a la Fed de sus mandatos del Congreso de mantener la inflación y el desempleo bajos.
Independencia vs. rendición de cuentas
Los presidentes tienen cierta influencia sobre la Fed a través de su capacidad para nombrar a los miembros de la junta, sujeto a la aprobación del Senado. Pero la Fed fue creada para estar aislada de las presiones políticas a corto plazo. Los gobernadores de la Fed son nombrados para períodos escalonados de 14 años para asegurar que ningún presidente pueda nombrar a demasiados.
Jane Manners, profesora de derecho en la Universidad de Fordham, dijo que hay una razón por la que el Congreso decidió crear agencias independientes como la Fed: Prefirieron “decisiones que se toman desde un punto de vista objetivo y neutral basado en la experiencia en lugar de decisiones que están totalmente sujetas a la presión política”.
Sin embargo, algunos funcionarios de la administración de Trump dicen que quieren más rendición de cuentas democrática en la Fed.
En una entrevista con USA Today, el vicepresidente JD Vance dijo: “Lo que la gente que dice que el presidente no tiene autoridad aquí está diciendo efectivamente es que siete economistas y abogados deberían poder tomar una decisión increíblemente crítica para el pueblo estadounidense sin ninguna aportación democrática”.
Y Stephen Miran, un alto asesor económico de la Casa Blanca, escribió un artículo el año pasado abogando por una reestructuración de la Fed, incluyendo hacer mucho más fácil para un presidente despedir a los gobernadores.
El “objetivo general de este diseño es entregar los beneficios económicos” de un banco central independiente, escribió Miran, “manteniendo un nivel de rendición de cuentas que una sociedad democrática debe exigir”. Trump ha nominado a Miran para la junta de la Fed para reemplazar a Adriana Kugler, quien renunció inesperadamente el 1 de agosto.
Podría haber más agitación por delante
Trump ha insultado personalmente a Powell durante meses, pero su administración ahora parece mucho más centrada en la estructura más amplia de la Fed.
La Fed toma sus decisiones sobre las tasas de interés a través de un comité que consta de los siete gobernadores, incluyendo a Powell, así como los 12 presidentes de los bancos regionales de la Fed en ciudades como Nueva York, Kansas City y Atlanta. Cinco de esos presidentes votan sobre las tasas en cada reunión. El presidente de la Fed de Nueva York tiene un voto permanente, mientras que otros cuatro votan de forma rotatoria.
Si bien las juntas de los bancos de la reserva eligen a sus presidentes, la junta de la Fed en Washington puede votar para rechazarlos. Los 12 presidentes deberán ser reelegidos y aprobados por la junta en febrero, lo que podría ser más polémico si la junta vota en contra de uno o más de los 12 presidentes.
“El escenario nuclear es... el nuevo nombramiento de los presidentes de los bancos de la reserva e interferir con eso, (lo que) sería la señal de que las cosas se están saliendo verdaderamente de control”, dijo Adam Posen, presidente del Peterson Institute for International Economics.
La editora de Negocios Joanisabel González explica los temas económicos más importantes a nivel local e internacional.
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