Los Ángeles — La prisa de los demócratas de California por programar una elección de emergencia para rehacer los distritos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y contrarrestar las medidas rivales de los republicanos de Texas ha creado un dilema para los funcionarios del condado, a quienes se les insta a planificar una elección que no ha sido programada y que podría no ocurrir nunca.

Organizar una elección en un estado de casi 23 millones de votantes registrados en 58 condados es una tarea costosa y que requiere mucho tiempo en cualquier circunstancia, pero el gobernador demócrata Gavin Newsom y la legislatura dominada por los demócratas ya han incumplido los plazos destinados a dar a los funcionarios locales el tiempo adecuado para organizar todo, desde la impresión de boletas por correo en varios idiomas hasta la contratación de personal y la obtención de ubicaciones para la votación en persona.

Los demócratas están considerando nuevos mapas políticos que podrían recortar cinco escaños de la Cámara de Representantes en manos de los republicanos en el estado de tendencia liberal, al tiempo que refuerzan a los titulares demócratas en otros distritos de campo de batalla. Si los demócratas tienen éxito, eso podría dejar a los republicanos con cuatro escaños en la Cámara de Representantes en el estado entre 52 en total.

Esos mapas revisados podrían ser presentados formalmente la próxima semana, antes de una elección el 4 de noviembre. La oficina del principal supervisor de elecciones del estado, la Secretaria de Estado Shirley Weber, se reunió el lunes con funcionarios electorales locales para discutir la planificación de las elecciones pendientes. Aunque no se han convocado elecciones, ‘el personal de todo el estado debe comenzar a prepararse para la posibilidad de una elección especial’, dijo el portavoz de Weber, Jim Patrick, en un correo electrónico.

Mientras tanto, no se sabe si el estado cubrirá el costo de la posible elección de noviembre o si los condados, muchos con problemas de liquidez, cargarán con la factura. Una elección especial de 2021 en la que Newsom superó un intento de destitución costó más de $200 millones.

‘Vamos a estar bajo algunas presiones de tiempo ajustadas’, dijo el registrador de votantes del condado de Orange, Bob Page, cuya oficina está planeando rápidamente para la elección propuesta.

‘Realmente no podemos perder todo o la mayor parte de agosto esperando’ a que la legislatura y el gobernador actúen, agregó Page. ‘Es un riesgo que tengo que correr’.

El secretario del condado de Los Ángeles, Dean Logan, quien supervisa las elecciones en el condado de casi 10 millones de personas, advirtió que ‘sin financiación estatal por adelantado y un calendario claramente definido, los condados pueden enfrentar desafíos para satisfacer las demandas de una elección’.

‘Asegurar que los votantes sean atendidos de manera precisa, segura y equitativa debe seguir siendo la máxima prioridad, y eso requiere preparación’, agregó Logan en un comunicado.

Texas y California, los dos estados más poblados de Estados Unidos, son los principales actores en un tira y afloja para rehacer el equilibrio de poder en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que comenzó cuando el presidente Donald Trump pidió a Texas que volviera a trazar las líneas de los distritos con la frágil mayoría de la Cámara de Representantes del Partido Republicano en peligro en las próximas elecciones de mitad de período de 2026.

El partido que controla la Casa Blanca suele ser castigado por los votantes en las elecciones de mitad de período.

‘Tenemos derecho a cinco escaños más’ en Texas, insistió Donald Trump el martes en una entrevista con CNBC. Señaló los mapas existentes de California, que son elaborados por una comisión independiente a diferencia de los mapas de Texas elaborados por una legislatura partidista: ‘Nos lo hicieron a nosotros’.

Otros estados, incluidos Nueva York, Florida e Indiana, podrían entrar en la lucha de poder que está surgiendo como una guerra de poder nacional por el control del Congreso.

Newsom ha dicho que solo avanzaría con la elección si Texas tiene éxito en la refundición de sus propios mapas de la Cámara de Representantes. El impulso de Texas está en suspenso, después de que los demócratas huyeron del estado para evitar una votación legislativa sobre el plan de redistribución republicano.

En una publicación en línea, Page escribió que las reglas estatales requieren que el gobernador emita una proclamación convocando a una elección estatal al menos 148 días antes de la fecha de la elección, que habría sido el 9 de junio. Como parte de cualquier acción, la legislatura tendría que renunciar a ese requisito este año.

Advirtió sobre una posible acción de cumplimiento por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos si las boletas para los miembros del ejército de Estados Unidos y los votantes en el extranjero no se emiten antes del 20 de septiembre.

Page dijo que si esperaba a que la legislatura y el gobernador convocaran formalmente las elecciones, ‘sería demasiado tarde para mí para llevar a cabo la elección’.

Si sigue adelante, ‘vamos a hacer que esto funcione’, agregó Page.