Nueva York — Las bodas en Estados Unidos a menudo dependen de bienes importados de países afectados por nuevos aranceles. Proveedores y parejas comprometidas están navegando por precios más altos y preocupaciones de suministro después de que el presidente Donald Trump declarara la guerra comercial en todo el mundo. Las exportaciones de docenas de países, incluidos los principales centros de bienes como flores cortadas, vestidos de novia y decoraciones, ahora están sujetas a impuestos adicionales cuando llegan a Estados Unidos. Los profesionales de las bodas ven un potencial para cambiar a fuentes alternativas. Algunas recomendaciones para las personas que están planeando una boda mientras la situación arancelaria permanece en flujo:

Compra local. Compra de países sin aranceles. Compra usado. Compra de proveedores que prometen no trasladar los nuevos impuestos. Algunas empresas están desglosando los artículos de línea que indican los nuevos costos que están imponiendo a los consumidores. Algunas no lo hacen. Sin esa información, es más difícil evaluar la calidad por el precio. ¿Algo cuesta $25 porque vale $25 o porque es un artículo de $10 con un gran margen de beneficio añadido? Investiga las reseñas si compras en línea. Si compras fuera de línea, observa de cerca los textiles, las velas y otros productos.

Katie Sexton en Chicago es gerente de proyectos para una empresa internacional de envío de comercio electrónico. También se va a casar en junio de 2026. Ella tiene pensamientos del tamaño de un almacén sobre cómo evitar los aranceles. La mejor apuesta para ver el panorama completo de precios de un artículo es encontrar marcas que lo estén enviando desde dentro de Estados Unidos, dijo. Una empresa que lo haga probablemente ya habrá ajustado sus precios al alza para incluir el costo del arancel que incurrió al importar al almacén. Eso significa menos sorpresas al momento de pagar. La transparencia es una amiga mientras se desarrolla el drama arancelario.

Las bodas a menudo son pesadas en alquileres de todo tipo: mesas, sillas, manteles, cristalería, vajilla, pistas de baile, iluminación, carpas. Y las empresas hacen pedidos especiales de artículos todo el tiempo. La incertidumbre arancelaria ha complicado los pedidos personalizados debido a la inestabilidad de los precios un año o más antes de una boda, dijo Morgan Montgomery, copropietaria de la empresa de alquiler Paisley and Jade en Richmond, Virginia. Ella compra artículos de alquiler de China. “Si esperan para tomar una decisión ahora, tendremos que volver a cotizar, ya que nuestros proveedores están ajustando los precios constantemente”, dijo. ¿La solución? Trabaja con el inventario existente de tu proveedor, incluso si eso sofoca tu visión creativa.

Vijay Goel, copropietario del lugar de Los Ángeles 440 Elm y el proveedor de catering Bite Catering Couture, se encuentra entre los proveedores de bodas que señalan la necesidad de ajustar los contratos. Recomienda reservar bienes de alquiler con una cláusula de sustitución. Eso permitiría a una pareja cambiar a otra cosa si el precio de un artículo aumenta más cerca de la fecha de su boda. “¿Tal vez los vinos espumosos de Napa tengan más sentido que el champán francés? Selecciona proveedores que tengan una mentalidad flexible y la capacidad de ayudarte a navegar por las opciones”, dijo Goel. No se necesita bola de cristal.

Jaime Coast, quien diseña invitaciones de boda y otra papelería como propietaria de la tienda en línea Cotton and Bow, recientemente tuvo clientes en Estados Unidos que se casaron en Canadá. Necesitaban que los artículos de papel se enviaran a su planificador de bodas antes de su gran día. “Traté de estimar cuáles serían los impuestos por adelantado en el sitio web del gobierno canadiense, pero las calculadoras aún no se habían actualizado. Lo que se estimó que sería una factura de $60 se convirtió en una factura de $500 al momento de recogerla”, dijo. ¿Su consejo? Lleva los artículos contigo cuando sea posible y evita el envío por completo.

Kimberly Sisti, propietaria, florista principal y planeadora de bodas de Sisti & Co. en San Diego, dijo que los precios ya están fuera de control. Y eso incluye a los cultivadores estadounidenses que están viendo una mayor demanda y pueden estar aprovechando el caos arancelario para aumentar los precios. Ella tiene un consejo inusual: busca un florista cuyos precios ya superen los costos comerciales. “Si tienes un margen de beneficio saludable en tu mano de obra y tus productos, entonces un arancel del 10% no debería romper el banco y afectar a tus clientes en absoluto”, dijo. “De hecho, probablemente puedas absorber el costo y mantener a tus clientes confiados y felices.”