Lori Vallow Daybell fue sentenciada el viernes a cadena perpetua por dos cargos de conspiración de asesinato en Arizona, marcando el cierre de una extensa saga legal para la madre con creencias religiosas apocalípticas, quien afirmaba que personas en su vida estaban poseídas por espíritus malignos.

Vallow Daybell, quien ya cumple cadenas perpetuas en Idaho por los asesinatos de sus dos hijos menores y de una rival romántica, fue declarada culpable en juicios separados este año en Phoenix por conspirar para asesinar a su exesposo, Charles Vallow, y al exesposo de su sobrina, Brandon Boudreaux.

Vallow Daybell, quien decidió representarse a sí misma en ambos casos en Arizona a pesar de no ser abogada, usó su testimonio final para quejarse sobre las condiciones carcelarias y el sistema judicial.

“Si yo fuera responsable de estos crímenes, lo reconocería y les diría lo mucho que lo lamento”, expresó.

El juez Justin Beresky afirmó que Vallow Daybell ha “demostrado un descarado desprecio por la humanidad” y rechazó su alegato de que no recibió un juicio justo en Arizona.

“Nunca deberías ser liberada de prisión”, declaró el juez antes de imponer la sentencia. “Con el tiempo, las cámaras que tanto buscas y las solicitudes de los medios disminuirán, y desaparecerás en la oscuridad”.

Las autoridades dicen que Vallow Daybell llevó a cabo los crímenes junto a su hermano Alex Cox, quien admitió haber matado a Charles Vallow en julio de 2019 y fue identificado por los fiscales como la persona que disparó contra Boudreaux meses después, aunque falló.

Los fiscales indicaron que Vallow Daybell conspiró para matar a Charles Vallow con el fin de cobrar su póliza de seguro de vida de un millón de dólares y casarse con su entonces novio Chad Daybell, un autor de Idaho que escribía novelas religiosas sobre profecías y el fin del mundo. También dijeron que Boudreaux sospechaba que Vallow Daybell y Cox estaban detrás de la muerte de Charles Vallow.

La fiscal del condado de Maricopa, Rachel Mitchell, dijo que el juicio fue un proceso largo pero necesario para hacer justicia a Vallow, Boudreaux y sus familias. Vallow Daybell regresará a Idaho “sabiendo que no se salió con la suya con los crímenes cometidos en el condado de Maricopa”, afirmó Mitchell tras la audiencia.

Hace casi dos años, Vallow Daybell fue sentenciada a cadena perpetua en Idaho por asesinar a sus hijos, Joshua “JJ” Vallow, de 7 años, y Tylee Ryan, de 16, además de conspirar para matar a la esposa de Chad Daybell, Tammy. Los niños estuvieron desaparecidos varios meses antes de que sus cuerpos fueran hallados enterrados en la propiedad de Daybell en una zona rural de Idaho. Daybell fue sentenciado a muerte por esos asesinatos.

Vallow Daybell compareció en la corte el viernes vestida con el uniforme naranja de la cárcel, mientras familiares de las víctimas la calificaron de “malvada”, “codiciosa” y un “monstruo”, al describir su dolor. Se sentaron en el espacio del jurado, pasándose pañuelos entre ellos.

Colby Ryan, el único hijo sobreviviente de Vallow Daybell, relató cómo “tuvo que luchar para seguir con vida después del dolor” de perder a su padre y hermanos.

Testificando de manera remota, Ryan apuntó directamente a su madre, quien ha dicho que los casos de Arizona eran tragedias familiares que no debían haberse judicializado. “Yo creo que Lori Vallow es, en sí misma, la tragedia de nuestra familia”, dijo Ryan.

Gerry Vallow, hermano de Charles, lanzó duras críticas contra Vallow Daybell y describió a su hermano como un padre dedicado.

“Ella escribió su propia historia ficticia, y la escribió con sangre”, afirmó. “Y trató de matar a Brandon cuando vio en él el próximo signo de dólar disponible”.

Charles había solicitado el divorcio cuatro meses antes de morir. Afirmó que Vallow Daybell se obsesionó con las experiencias cercanas a la muerte y decía haber vivido múltiples vidas en otros planetas. Le dijo a la policía que ella lo había amenazado de muerte y que temía por sus hijos.

Fue asesinado a tiros cuando fue a recoger a su hijo a casa de Vallow Daybell, en las afueras de Phoenix. Según la policía, Tylee, hija de Vallow Daybell, dijo que los gritos la despertaron y que confrontó a Charles con un bate de béisbol, el cual él logró quitarle. Cox dijo a las autoridades que le disparó a Charles cuando este se negó a soltar el bate y se le fue encima.

Cox murió cinco meses después por un coágulo en los pulmones. Su alegato de defensa propia fue posteriormente cuestionado, ya que los investigadores dijeron que él y Vallow Daybell esperaron más de 40 minutos antes de llamar al 911.

Poco antes de la muerte de Charles, él y el otro hermano de Lori, Adam Cox, planearon una intervención para intentar que ella regresara a la doctrina tradicional de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Adam Cox, testigo de la fiscalía, declaró durante el juicio que su hermana aseguraba que Charles ya no estaba vivo y que un “zombi” ocupaba su cuerpo.

La fiscal Treena Kay sostuvo que Vallow Daybell distorsionó la religión para justificar sus actos y que evadió preguntas de los hijos de Charles sobre cómo había muerto, luego de informarles por mensaje de texto.

Casi tres meses después del asesinato de Charles, alguien disparó contra Boudreaux desde una ventana abierta de una Jeep mientras él llegaba a su casa en Gilbert, otro suburbio de Phoenix. La bala falló por poco.

Boudreaux, exesposo de la sobrina de Vallow Daybell, Melani Pawlowski, relató en la corte que el intento de asesinato le causó angustia y temor por la seguridad de su familia. Sus hermanas declararon que Boudreaux se escondió con sus hijos tras el ataque.

“Nadie merece vivir con miedo y trauma”, dijo Boudreaux entre lágrimas. Aseguró que ha perdonado a Vallow Daybell para poder ser mejor persona y padre, pero que no se sentiría seguro si ella quedara en libertad.

Boudreaux ha dicho que Pawlowski aspiraba a ser como su tía. Ambas comenzaron a asistir juntas a reuniones religiosas en 2018. Poco después, Pawlowski le dijo que debían almacenar alimentos para el fin del mundo.

Los fiscales vincularon el Jeep con Vallow Daybell y afirmaron que ella se lo prestó a Cox. Ambos compraron un teléfono desechable usado en el ataque e intentaron fabricar una coartada para Cox, haciéndolo parecer que estaba en Idaho en ese momento, según la fiscalía.