Los Ángeles— La exvicepresidenta Kamala Harris no se postulará para gobernadora de California el próximo año, dejando abierta la posibilidad de que pueda emprender una tercera candidatura a la Casa Blanca en 2028.

“Durante los últimos seis meses, he dedicado tiempo a reflexionar sobre este momento en la historia de nuestra nación y la mejor manera para mí de seguir luchando por el pueblo estadounidense y promover los valores e ideales que aprecio”, dijo Harris en un comunicado emitido por su oficina el miércoles.

“He pensado seriamente en pedirle al pueblo de California el privilegio de servir como su gobernadora. Amo este estado, su gente y su promesa. Es mi hogar. Pero después de una profunda reflexión, he decidido que no me postularé para gobernadora en esta elección”, dijo.

La decisión de Harris extiende un juego de adivinanzas sobre su futuro político que comenzó después de que perdiera las elecciones presidenciales del año pasado ante Donald Trump.

Harris pasó meses considerando en privado si postularse para gobernadora, organizar otra candidatura a la Casa Blanca o alejarse por completo de la política electoral después de su dura derrota ante Trump.

No ha descartado otra candidatura a la presidencia, después de intentos fallidos en 2020 y 2024. No se sabe cuándo tomará esa decisión.

En su declaración, Harris nunca menciona a Trump directamente, pero dijo que ‘nuestra política, nuestro gobierno y nuestras instituciones con demasiada frecuencia le han fallado al pueblo estadounidense, culminando en este momento de crisis’.

“Por ahora, mi liderazgo, y mi servicio público, no estarán en un cargo electo. Espero volver a salir y escuchar al pueblo estadounidense, ayudar a elegir demócratas en todo el país que luchen sin miedo y compartir más detalles en los próximos meses sobre mis propios planes”, agregó Harris.

“En los Estados Unidos de América, el poder debe residir en el pueblo. Y Nosotros, el Pueblo, debemos usar nuestro poder para luchar por la libertad, la oportunidad, la justicia y la dignidad de todos. Permaneceré en esa lucha”, dice el comunicado.

Harris habría entrado en la concurrida contienda para reemplazar al gobernador Gavin Newsom, cuyo mandato está limitado, como una de las favoritas dado su amplio reconocimiento de nombre, destreza para recaudar fondos y trayectoria de victorias en elecciones estatales. Antes de servir como senadora de los Estados Unidos y vicepresidenta, fue elegida fiscal general del estado y fiscal de distrito en San Francisco.

Pero después de años en Washington en el escenario nacional e internacional, nunca quedó claro si Harris estaba interesada en regresar al mundo menos glamoroso de la política de la casa estatal en Sacramento.

Fuera de California, la carrera política de Harris ha estado marcada por primicias históricas, pero también por decepciones.

La exvicepresidenta buscó la nominación presidencial demócrata de 2020, pero se retiró de la contienda antes de las asambleas de Iowa, la primera derrota de su carrera política. Después de que Joe Biden la eligiera como su compañera de fórmula, hizo historia como la primera mujer, persona negra o persona de ascendencia del sur de Asia en servir como vicepresidenta.

En 2024, Harris se convirtió en la candidata presidencial demócrata después de que Biden abandonara la contienda meses antes del día de las elecciones y la respaldara. Perdió esa carrera ante Trump, quien ganó todos los estados indecisos.

Harris enfrenta cierta incertidumbre si elige hacer otra candidatura a la Casa Blanca.

Harris tendría que convencer a los demócratas nacionales de que ella es el rostro del futuro del partido, a pesar de perder ante Trump el otoño pasado. También carga con el lastre de estar vinculada a Biden, a quien los demócratas han criticado cada vez más por buscar un segundo mandato en lugar de hacerse a un lado. El legado de Biden se vio empañado cuando dejó el cargo, y desde entonces han surgido nuevas preguntas sobre sus capacidades físicas y mentales al finalizar su mandato.

Se espera que la contienda presidencial de 2028 atraiga a un gran número de candidatos, lo que podría incluir a Newsom. Cualquier candidato tendrá que unificar a un Partido Demócrata fracturado con bajos índices de aprobación que está luchando por frenar la agenda de Trump en Washington.

En sus comentarios públicos más extensos desde que dejó el cargo en enero, Harris dijo en un discurso en San Francisco que el liderazgo de Trump representaba un ‘abandono total’ de los ideales estadounidenses.

La decisión de Harris de no buscar la gobernación mantiene abierta la contienda para reemplazar a Newsom. El campo demócrata incluye a la ex representante de los Estados Unidos, Katie Porter, al exalcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, al ex secretario de salud de la administración de Biden, Xavier Becerra, y a un puñado de funcionarios estatales.