Austin - Decenas de legisladores estatales demócratas en Texas se han dispersado por todo el país en un último esfuerzo para evitar que los republicanos adopten mapas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que el expresidente Donald Trump quiere que estén en vigor antes de las elecciones de mitad de mandato de 2026.

La Cámara de Representantes estatal, controlada por los republicanos, programó una votación sobre un mapa de distrito para el lunes por la tarde. Al salir del estado, los demócratas están fuera del alcance de las fuerzas del orden de Texas, y pueden cerrar efectivamente la votación asegurándose de que la Cámara de 150 miembros no tenga el quórum requerido para hacer negocios.

El gobernador Greg Abbott y sus compañeros republicanos están amenazando con tratar de destituir a los demócratas de sus cargos, imponer multas diarias e incluso arrestar a los legisladores si no regresan al Capitolio.

¿La respuesta demócrata? “Ven y tómalo”.

Aquí hay algunas cosas que debe saber sobre la escena que se desarrolla en Texas.

Donald Trump quiere rediseñar el mapa del Congreso de Texas con la esperanza de agregar cinco escaños más del Partido Republicano en Texas en las elecciones de mitad de mandato para impulsar las posibilidades de su partido de preservar su escasa mayoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Los republicanos actualmente ocupan 25 de los 38 escaños del estado.

Como partido minoritario en la Cámara de Representantes y el Senado estatales, los demócratas simplemente no tienen los votos para detener el plan bajo los procedimientos legislativos normales. Los mapas fueron aprobados por un comité la semana pasada y rápidamente programados para una votación en el pleno.

Al evaluar su poder y opciones limitados, los demócratas optaron por negar el quórum como su única oportunidad de frenar el plan de Donald Trump y reunir apoyo nacional.

Muchos fueron a Illinois y Nueva York.

El gobernador de Illinois, JB Pritzker, dio la bienvenida a un grupo de demócratas que aterrizaron el domingo en Chicago. Prizker, un posible contendiente presidencial de 2028 que ha sido uno de los críticos más abiertos de Donald Trump durante el segundo mandato de Donald Trump, había estado en conversaciones discretas con los demócratas de Texas durante semanas sobre cómo ofrecer apoyo si elegían salir del estado.

La semana pasada, el gobernador recibió a varios demócratas de Texas en Illinois para oponerse públicamente al esfuerzo de redistribución de distritos. El gobernador de California, Gavin Newsom, celebró un evento similar en su propio estado.

Mientras hospedaba a los demócratas de Texas que salieron del estado en Albany, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que la lucha por las líneas del Congreso en Texas tiene implicaciones a nivel nacional.

“Tengo una noticia de última hora para los republicanos en Texas: esto ya no es el Salvaje Oeste”, dijo Hochul. “No vamos a tolerar que nuestra democracia sea robada en un atraco de diligencias moderno por un grupo de vaqueros infractores de la ley”.

Abbott, un republicano, advirtió rápidamente a los demócratas que buscará destituirlos de sus cargos si no regresan el lunes por la tarde. Citó una opinión legal no vinculante de 2021 emitida por el fiscal general republicano Ken Paxton. Sugirió que un tribunal podría determinar que los legisladores habían perdido sus cargos en una ruptura del quórum.

Abbott también sugirió que los legisladores pueden haber cometido delitos graves al recaudar dinero para ayudar a pagar las multas.

Un legislador que se niega a presentarse es una violación civil de las reglas legislativas, y puede ser multado con $500 por cada día que no esté en el Capitolio. En 2021, la Corte Suprema de Texas sostuvo que los líderes de la Cámara tenían la autoridad para “obligar físicamente la asistencia” de los miembros desaparecidos, pero ningún demócrata fue traído por la fuerza al estado después de que se emitieran órdenes judiciales ese año en una ruptura de quórum similar.

El presidente republicano de la Cámara de Representantes, Dustin Burrows, ha prometido que “todas las opciones estarán sobre la mesa”.

Los demócratas de Texas han huido del estado antes en intentos de frustrar a la mayoría republicana.

En dos ocasiones negaron al Partido Republicano el quórum en 2003 para detener los esfuerzos republicanos para rediseñar los mapas de votación, en un momento dado partiendo hacia Oklahoma y luego hacia Nuevo México. En 2021, los demócratas abandonaron el estado en los últimos días de la sesión por un proyecto de ley electoral y nuevas restricciones de votación. Se mantuvieron alejados durante 38 días.

Ambos esfuerzos solo retrasaron las medidas lideradas por los republicanos que finalmente se aprobaron una vez que los demócratas finalmente regresaron a Austin.

Y aunque la actual sesión especial termina el 20 de agosto, Abbott tiene la autoridad para seguir llamando a los legisladores al Capitolio para sesiones especiales de 30 días para aprobar el proyecto de ley de redistribución de distritos y cualquier otro tema que crea que debe abordarse.

La agenda actual de la sesión especial incluye ayuda para las comunidades devastadas por las inundaciones del 4 de julio que mataron al menos a 136 personas. Como parte de su abandono, los demócratas de Texas han acusado a los republicanos de priorizar la política de la redistribución de distritos sobre las víctimas de las inundaciones.