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Una entidad sin fines de lucro, con sede en Idaho, inició esta semana un estudio de viabilidad para determinar si los reactores nucleares modernos son una solución a los problemas de energía en Puerto Rico.
Específicamente, el Nuclear Alternative Project, adscrito al Idaho National Laboratory, comenzó su estudio el pasado lunes, tras recibir una subvención de $820,000 del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, en inglés).
La cantidad recibida es menor a la solicitada, pero suficiente para iniciar los trabajos, dijo la consultora de impacto y participación comunitaria de la entidad, Jesabel Rivera, al medio especializado Morning Consult.
Con la “aviso para proceder” del DOE, concedido el pasado domingo, el equipo –compuesto principalmente por abogados y consultores en el campo de la energía– podrá explorar las condiciones del mercado para la energía nuclear en la isla y medir el sentir de los puertorriqueños hacia esta tecnología.
El Nuclear Alternative Project deberá completar un informe final y entregarlo al DOE en o antes del 18 de diciembre.
El artículo de Morning Consult hace referencia a que, desde el paso del huracán María en septiembre de 2017, los apagones han aumentado debido al deterioro de la infraestructura eléctrica. Ante eso, los defensores de la energía nuclear argumentan que los pequeños reactores modulares o microrreactores podrían beneficiar al país. Sostienen que estas estructuras son seguras.
“Es nuestra intención mostrar nuestra energía nuclear avanzada como una opción de energía alternativa para Puerto Rico”, dijo, por su parte, Donald Hoffman, presidente y director ejecutivo de EXCEL Services Corp., que forma parte del equipo y quien codirigió, el año pasado, una visita de ejecutivos nucleares a Puerto Rico.
Esa visita tuvo lugar en noviembre, y en la delegación había ejecutivos boricuas. El grupo se reunió con el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), José Ortiz, quien descartó el establecimiento de una industria de energía nuclear en la isla.
La delegación también se reunió con el representante novoprogresista Gabriel Rodríguez Aguiló, quien radicó la Resolución de la Cámara 1189 para investigar la “conveniencia y necesidad” de establecer plantas nucleares en Puerto Rico, así como las nuevas tecnologías modulares para su diseño y operación y las características de seguridad. En una vista pública, en febrero, la AEE y el Colegio de Ingenieros y Agrimensores se opusieron a la medida.
Según el artículo de Morning Consult, además de evaluar las necesidades de energía en el país, el Nuclear Alternative Project estudiará posibles aplicaciones locales de pequeños reactores modulares y microrreactores, los antecedentes legales y reglamentarios de la isla y cómo se financiaría los proyectos.