El coordinador del FEMA en Puerto Rico y el Caribe, Orlando Olivera, indicó que personal proveniente de los Estados Unidos ya se encuentra en Puerto Rico para brindar apoyo en la respuesta inmediata al fenómeno atmosférico
El coordinador del FEMA en Puerto Rico y el Caribe, Orlando Olivera, indicó que personal proveniente de los Estados Unidos ya se encuentra en Puerto Rico para brindar apoyo en la respuesta inmediata al fenómeno atmosférico
13 de agosto de 2024 - 6:12 PM
La continuidad de operaciones en las instalaciones de servicios críticos –entre ellas, hospitales y centros de diálisis, así como la infraestructura de agua– figuran al tope de la lista de prioridades del coordinador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) en Puerto Rico y el Caribe, Orlando Olivera, de cara a la inminente llegada de la tormenta tropical Ernesto, que podría dejar hasta 10 pulgadas de lluvias en sectores aislados del archipiélago.
Aunque sin entrar en cifras particulares, el funcionario federal confirmó que personal proveniente de los Estados Unidos ya se encuentra en Puerto Rico para brindar apoyo en la respuesta inmediata al fenómeno atmosférico, cuyos vientos de tormenta deberían comenzar a sentirse en la noche del martes en las islas municipio, Vieques y Culebra, y pueblos del este.
“Siempre estamos pendientes a que los servicios críticos se puedan llevar a cabo durante la emergencia. Estamos hablando del agua, que las plantas estén funcionando; que los hospitales, centros de salud y centros de diálisis estén funcionando. Obviamente, eso está atado con el sistema eléctrico, lo cual estamos siempre monitoreando”, recalcó Olivera.
El martes, FEMA divulgó un comunicado de prensa en el que instó a los residentes en Puerto Rico y las Islas Vírgenes Estadounidenses a anticipar apagones prolongados y tomar las medidas de contingencia correspondientes, como utilizar linternas y baterías, y abastecerse de agua y alimentos no perecederos.
A eso de las 5:00 p.m., 14,720 clientes –aproximadamente el 1% del universo de abonados– se encontraba sin servicio eléctrico en Puerto Rico, número que se proyecta aumente una vez el país reciba el embate directo de la tormenta Ernesto.
“La preocupación mayor de nosotros es la ciudadanía. Estamos trabajando para poder responder de forma efectiva, pero siempre nos preocupa si las personas tienen un plan familiar, si conocen qué es lo que van a estar haciendo si no tienen el servicio eléctrico y va a afectarse la vulnerabilidad de dónde están viviendo. Si vives en un lugar donde se inunda y lo más propio es irse a casa de un familiar o a un refugio, pues que se lleve a cabo. Que las personas no se expongan”, señaló Olivera.
Olivera explicó que tanto la aprobación de las ayudas individuales de FEMA como la apertura de los cuatro almacenes de suministros distribuidos alrededor de Puerto Rico están sujetas a una declaración presidencial de desastre, decreto que correspondería solicitar al gobernador Pedro Pierluisi y que puede tomar unos días en aprobarse.
En el contexto del huracán Fiona, el 18 de septiembre de 2022, la declaración de desastre del presidente Joe Biden se emitió tres días después.
“Al día de hoy, no hay ninguna subvención abierta porque no hemos tenido una declaración de desastre, pues estamos esperando el sistema. (El monto de la asistencia) cambia y varía, y no tengo los datos conmigo, pero eso varía según el incidente declarado. Es información que, una vez la tengamos a la mano, también se puede (compartir)”, subrayó el coordinador federal.
En lo referente a los almacenes federales, Olivera explicó que, además de la declaración de desastre, su activación depende de que los gobiernos estatales y locales, así como las organizaciones sin fines de lucro –como el Banco de Alimentos, el Ejército de Salvación y la Cruz Roja– y el sector privado no den abasto para responder a las necesidades luego del evento natural.
En ese sentido, recordó que, luego del huracán Fiona –evento que también se caracterizó por los niveles de precipitación–, no fue necesario recurrir a los almacenes, lo que atribuyó al nivel de organización que se logró entre los diversos actores a nivel local, en contraste con el escenario que se vivió tras el huracán María, en 2017. De ser necesarios, los almacenes cuentan con ocho millones de litros de agua y seis millones de libras de alimentos, incluyendo arroz y habichuelas.
“Fue una lección aprendida de María, donde no teníamos comida que fuese comida culturalmente adaptada”, afirmó el funcionario.
Al compararse con ciclones previos, Olivera destacó que la tormenta Ernesto exhibe una mayor velocidad de traslación, lo que reduce el grado de la amenaza, pero aun así, indicó que FEMA optó por movilizar oficiales hasta Puerto Rico.
“Tenemos personal que viene de Estados Unidos y que están actualmente con nosotros en nuestra facilidad de operación inicial”, indicó Olivera, aunque recalcando que la responsabilidad primaria en la respuesta corresponde al gobierno central y los municipios.
En caso de daños mayores a la infraestructura, incluyendo aquellos que afecten proyectos de reconstrucción en curso, Olivera aseguró que “los fondos (de FEMA) van a estar si ocurren daños adicionales con el paso de la tormenta tropical Ernesto”.
En momentos en que el Fondo de Ayuda para Desastres de FEMA enfrenta un déficit que se espera ascienda a $6,000 millones para septiembre, Olivera insistió que la respuesta y el apoyo de la dependencia ante la emergencia “no se va a afectar en lo absoluto”.
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