10 de julio de 2025 - 3:19 PM
Actualizado el 10 de julio de 2025 - 4:32 PM
Elbis Guzmán Pouriet, inmigrante intervenido el 9 de marzo en el residencial Ernesto Ramos Antonini, radicó este jueves una querella ante el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) tras alegar haber sido golpeado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) y no recibir atención médica inmediata mientras estuvo detenido temporalmente en Puerto Rico.
“No quisiera que a nadie le pasara esto. Es algo lamentable. Pasé mucha hambre, mucho dolor... Quiero justicia. Creo en la justicia de Dios y del hombre. Si yo tuve que verles la cara a dos jueces, uno en Puerto Rico y uno en Texas, entonces, a esos agentes que me golpearon, yo quiero que también se enfrenten a la justicia. La justicia tiene que ser para todos, no para unos y para otros no”, reclamó el dominicano, de 38 años, desde las afueras de las oficinas del FBI, en Hato Rey.
El Nuevo Día solicitó una reacción de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, en inglés) en San Juan, adscrita a ICE y a cargo de dirigir los esfuerzos de la política migratoria del presidente Donald Trump, pero se informó que debía ser requerida a través de la Oficina de la Ley federal de Libertad de Información (FOIA, en inglés). Este medio sometió la petición por escrito para lograr acceso al informe de la investigación de Guzmán Pouriet.
A tres meses de haber sido operado de cáncer, Guzmán Pouriet acudió al complejo de vivienda pública, el 9 de marzo, a llevarle una herramienta a un compañero de trabajo.
“Cuando llegó la gente de ICE, todo el mundo se fue a correr. Nos mandamos (tiramos) por un arroyo en el residencial Ramos Antonini. Me colé y caí a un estacionamiento del Mall of San Juan. Había unos agentes allí. Regresé y me escondí en una matica de palma y ellos ya habían chequeado todo, pero siempre hay uno que vuelve y me vio escondido”, narró el hombre, quien logró regresar a Puerto Rico bajo una fianza de $20,000.
Luego, según su testimonio, varios agentes lo “agarraron” y le dieron un “puño en la cara”, cayendo aturdido.
“Sentí un peso aquí (espalda), como que pusieron sus rodillas (sobre mí). Estaba tosiendo mucho. Ellos (agentes) se asustaron y uno dijo que, si la cámara lo había captado, estaban jodidos. Me preguntaron que si estaba bien. Me levantaron y me llevaron con los otros compañeros”, abundó Guzmán Pouriet, quien vive en Puerto Rico desde 2019 y no ha podido regularizar su estatus migratorio.
Este jueves, Guzmán Pouriet prestó declaración jurada ante un agente de turno del FBI, para que luego la Fiscalía federal investigue su denuncia.
Después de la intervención del 9 de marzo, fue llevado al centro temporal de ICE en Guaynabo, conocido como “La Neverita”. Alegó que no fue hasta cinco horas después que le ofrecieron atención médica para su nariz rota. “Los compañeros (detenidos) les gritaron que me iban a dejar morir porque estaba en el suelo”, narró.
Más tarde en marzo, tras denuncias por la intervención, la agente a cargo de HSI en San Juan, Rebecca González, comentó que el caso había sido referido a la Oficina de Asuntos Internos, y aseguró que al hombre se le dio atención médica.
“Cuando llegamos a la gallera, Guzmán Pouriet salió corriendo, y fue intervenido por una de las unidades, casi llegando al Mall of San Juan. Se detiene, se procesa administrativamente y las alegaciones que hizo se tomaron con la seriedad que amerita y se refirieron a la Oficina de Asuntos Internos para asegurarnos que los derechos civiles sean protegidos todo el tiempo”, comentó González, por escrito, en ese momento.
Para el presidente del Comité Dominicano de Derechos Humanos, José Rodríguez, sin embargo, la agencia federal “mintió” en el informe al “ocultar que le dieron una golpiza y que terminó con coágulos en la cabeza”, según una tomografía computarizada (“CT-Scan”) que consta en el récord médico de Guzmán Pouriet.
“En el documento que levantaron, no mencionaron que él tenía un golpe en la cara, que tenía sangrado interno, que tenía contusiones en la espalda. Ellos obviaron toda esa información y solamente alegaron que lo detuvieron por ser una persona sin estatus regularizado”, denunció Rodríguez, quien acompañó a Guzmán Pouriet hasta las oficinas del FBI.
Recalcó que a su paisano le dieron “un trato cruel” al trasladarlo al centro de Río Grande, en Texas, sin presuntamente seguir las indicaciones médicas por los riesgos de los coágulos en la cabeza. Agregó que, en dicho centro, tampoco siguieron directrices médicas respecto a su tratamiento de cáncer en el labio.
“Me siento indignado. Le doy las gracias a Dios, primeramente, que estoy vivo después de todo lo que pasé”, expresó, por su parte, Guzmán Pouriet, a quien, por momentos, se le quebraba la voz en su relato.
Doris Abreu Félix, amiga del inmigrante y su persona custodia para que lograra la fianza, describió como “injusto” todo lo vivido y la “falta de humanidad” de los agentes federales al no darle atención médica rápida después de verlo herido, con fiebre y tirado en el suelo en el centro temporal en Puerto Rico.
“Ellos pusieron en el informe que él se cayó. Cuando te caes, te das en la frente, en la boca, y él tiene la nariz virada. Él es paciente de cáncer y lo mandaron para Texas sin medicamentos. Están abusando mucho. Está bien que se lleven a las personas que tienen problemas, pero maltratar no. Si la persona no te agrede, ¿por qué tienes que agredir?”, manifestó Abreu Félix, a la espera de la vista de remedios migratorios de Guzmán Pouriet en la corte de inmigración de Puerto Rico, pautada para el 3 de septiembre.
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