Caguas - Nereida García tenía 13 o 14 años cuando presenció el asesinato “a batazos” de un hombre en la barriada Morales y, hasta hace pocos meses, se escondía debajo de su cama cuando oía los tiroteos que, por décadas, plagaron esa comunidad. Ahora, a sus 71 años, puede caminar sin temor por las calles en donde creció.