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Liliam Maysonet, camisa con rayas, acaricia a un perrito que sostiene Heriberto Montijo, mientras les observa Sharon Deliz, ambos de la organización Rabito Kontento.
Liliam Maysonet, camisa con rayas, acaricia a un perrito que sostiene Heriberto Montijo, mientras les observa Sharon Deliz, ambos de la organización Rabito Kontento. (JOSE RODRIGO MADERA)

La Oficina Estatal para el Control de Animales (OECA) del Departamento de Salud se propone estrenar a principios del próximo año 2023 un registro oficial que sentará las bases para la creación de una base de datos sobre la cantidad de perros y gatos abandonados y realengos en las calles de Puerto Rico.

“Esta oficina está trabajando un proyecto que esperamos que salga ya para principios del año que viene, que consta de una base de datos donde los albergues y rescatistas van a estar sometiendo los datos de los animales que van rescatando de la calle, con otro tipo de información que queremos levantar bien valiosa para poder desarrollar política pública para el control de animales y la protección”, explicó a El Nuevo Día la directora de la OECA, Wilma Rivera Díaz.

Con el propósito de impulsar la adopción de mascotas y el desalojo de animales de los albergues en Puerto Rico, Salud, la Compañía de Turismo y otros colaboradores reunieron a representantes de refugios de animales, rescatistas y mascotas para adopción en un evento que se llevó a cabo este domingo en el Paseo La Princesa del Viejo San Juan.

“Esto es parte de la celebración de la Semana de los Albergues y rescatistas que declara la Ley 166 de 2019. Estuvimos haciendo una campaña en las redes sociales para promover el apoyo de la ciudadanía a los albergues y rescatistas con voluntariado, con donativo, como establece la ley”, añadió Rivera Díaz a este medio durante el evento.

La directora, quien reconoció que las cifras actuales relacionadas a animales abandonados responden a estimados debido a la ausencia de un registro oficial, adelantó que la base de datos que OECA se propone lanzar estará acompañada de un portal cibernético con material educativo y un banco de datos para recoger información estadística que sería sometida por albergues y rescatistas de animales registrados. Además de perros y gatos, la base de datos incluirá el reporta de caballos abandonados.

Entre las entidades presentes en el evento de este domingo estuvo Love for Paws Corporation, cuya portavoz Enid Castillo reconoció la importancia y necesidad de que exista un registro oficial, alertando que “hay muchos, demasiados”, animales abandonados a su suerte en las calles, al tiempo que las organizaciones trabajan “peseta a peseta” en la búsqueda de fondos y donativos para poder cubrir la necesidad.

Castillo subrayó en su llamado a las personas que, al adoptar una mascota, también le ofrezcan la oportunidad de un hogar a los perros adultos. “Vinimos a traer perritos que tenemos en adopción, que ya llevan mucho tiempo porque son perros grandes y la gente mayormente busca perros chiquitos”, explicó Castillo, al tiempo que recordó que los perros adultos también pueden entrenarse. “Un perro de ocho años es entrenable”, enfatrizó.

En el evento también participó la organización Rabito Contento, que se dedica a rescatar y educar sobre los retos de la sobrepoblación de animales en el archipiélago.

“Vamos a la escuela, además de rescatar, y enfatizamos en la importancia de la esterilización y la adopción para poder mermar un poco el problema tan grande que hay aquí en Puerto Rico de tantos perros y gatos (en las calles). Nosotros estamos educando a la gente sobre la esterilización, la adopción y que todos podemos ser rescatistas”, subrayó Sharon Deliz, vicepresidenta y portavoz de la entidad sin fines de lucro.

Deliz reconoció que es “muy difícil” alcanzar una cifra certera de animales abandonados, tomando en cuenta que es un número que puede cambiar diariamente. “Es importante que volvamos a las esterilizaciones masivas, especialmente de los callejeros”, apuntó.

Uno de los perros que encontró un nuevo hogar este domingo fue Cody, de dos meses, que había sido abandonado en una bolsa de basura y rescatado por Rabito Contento. “Son parte de la familia. Los amo y me hacía falta uno”, afirmó su nueva madre adoptiva Liliam Maisonet Cabrera, de 61 años y residente de Vega Baja. Maisonet Cabrera también adoptó a Lola, de dos meses y medio. La mujer hizo un llamado a las personas en busca de mascotas a que “le den la oportunidad y que abran su corazón” a los animales rescatados.

También se convirtieron en padres adoptivos Melinda Valentine y José Arce, quienes junto a sus hijas Zavella y Zamyra, de ocho y cinco años, respectivamente, rescataron a Nico, un perrito ciego de un año, y Spiderman, de tres meses. “Para mí significa mucho porque educo a mis hijas, más que todo para que entiendan la importancia de lo que es ayudar al prójimo”, manifestó Arce a este medio.

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