SAN JUAN – Un mar de algarabía invadió las sedes de las principales empresas del país como antesala a los “secuestros” de algunos de los empresarios de mayor prominencia. Ataviados con sombreros y bufandas de safari los directivos fueron llevados por sus “captores” al Museo de Vida Silvestre en San Juan, donde horas más tarde se entregaron las recompensas por sus “rescates” que harán posible que 65 niños con distrofia muscular participen de un campamento de verano diseñado específicamente para sus necesidades.
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Recompensas que cambian vidas
Ejecutivos de diversas empresas apadrinaron la participación de 65 niños con distrofia muscular en un campamento de verano diseñado específicamente para sus necesidades
Nota de archivo
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