El personal de la escuela a la que asistió hasta mayo la niña de 13 años que fue sometida por, al menos, tres años a un patrón de agresión sexual por parte de su padrastro, no detectó signos por parte de esta que pudieran ser interpretados como un indicador de que era víctima de maltrato, indicó el secretario del Departamento de Educación, Eliezer Ramos Parés.