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A un mes del impacto del huracán Fiona, alcaldes de varios municipios –especialmente del suroeste del país- continúan enfrentando algunos de los retos que surgieron justo después que el evento atmosférico dejara a su paso fuertes vientos y sobre 25 pulgadas de lluvia, provocando deslizamientos, inundaciones, cierre de carreteras y la falla general del servicio eléctrico.
“Estamos a un 85% energizados, pero me queda un 15% por energizar, mayormente en la zona norte, más la cantidad de bolsillos de una o dos casas. Ese es otro gran reto y hace la espera más larga”, compartió el alcalde de San Germán, Virgilio Olivera.
Entre las comunidades sin servicio eléctrico están los barrios Rosario Peñón y Rosario Alto. Mientras Hoconuco Alto y Caín Alto están un 60% energizados. “Estamos hablando de sobre 1,000 familias…el problema fue que la respuesta de LUMA fue tardía”, señaló el alcalde del Partido Nuevo Progresista (PNP) al indicar que brigadas de la empresa llegaron “por primera vez” al municipio a 11 días de la emergencia.
“El que nosotros estemos a un mes todavía reparando el sistema de energía eléctrica es muestra de que, número uno, LUMA no estaba preparado para atender la emergencia y, dos, que no tienen el material ni el personal suficiente”, expresó Olivera.
Según un censo municipal, agregó, 35 familias perdieron sus hogares y todo lo que había en ellos y sobre 800 residencias sufrieron algún tipo de daño. Mientras, continúan trabajando en la recuperación de varias carreteras que resultaron afectadas parcialmente. “¿Cosas que se deben tomar en consideración a futuro? Sin duda alguna revaluar la respuesta de LUMA en los municipios. La realidad es que la comunicación es pésima. No se tiene exactitud ni una claridad de donde están trabajando, cuántas brigadas hay desplegadas, ni el por ciento de energización”, señaló.
El escenario es similar en otros pueblos, confirmó Luis Javier Hernández, presidente de la Asociación de Alcaldes, organismo que agrupa a los ejecutivos municipales del Partido Popular Democrático (PPD). “Todavía hay municipios con varios casos de bolsillos, como Ponce, Guánica, Sabana Grande y Peñuelas y, obviamente, es una situación grave”, expresó.
Dijo que en Villalba quedan algunas viviendas sin electricidad, pero son casos que tienen que ser atendidos exclusivamente por LUMA y no por Villalba Power, ya que requieren tareas mayores, como el cambio de un transformador. En cuanto al agua, explicó, que cerca de 500 familias de los barrios Ortiga y El Limón no cuentan con el servicio desde el paso de Fiona debido al colapso de un tramo de la PR-143 que es la carretera principal que conecta a estas comunidades.
Hernández anticipó, sin embargo, que deberían recibir el servicio en los próximos días, ya que el domingo lograron culminar un camino temporero que le dará acceso a los vecinos del lugar a través de una finca privada. “La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados está terminando de hacer la instalación de tuberías”, dijo al agregar que los trabajos del camino temporero fueron realizados en su totalidad por el Municipio. “Estuvimos tres semanas allí, pero, de lo contrario, esas comunidades iban a estar años sin carretera”, argumentó.
En Villalba también continúan trabajando en el recogido de escombros y se le está entregando generadores a pacientes críticos ante cualquier eventualidad futura.
Abordado sobre qué fue aquello que funcionó durante la emergencia, Hernández, sostuvo que: “una vez más la respuesta municipal fue el factor determinante para que la gente pudiera, por lo menos, tener un rayo de esperanza”. “Muchos municipios tuvieron que poner sus generadores en centros de bombeos”, indicó al destacar el “fracaso” del andamiaje para la repartición de diésel y gasolina.
“Muchas de las cosas empezaron a engranar muy tarde. Los suministros llegaron tarde, el diésel nunca llegó…me llevo un sentimiento de frustración porque pensé que el gobierno había aprendido de lo que vivimos y sufrimos bajo María”, afirmó Hernández.
De forma similar se expresó el presidente de la Federación de Alcaldes, el alcalde de Camuy, Gabriel Hernández Rodríguez en relación al trabajo realizado por los municipios. “Los gobiernos municipales demostraron, una vez más, que son la primera línea en favor y defensa de los ciudadanos”, expuso el líder de los alcaldes del PNP al reconocer, además, la comunicación que mantuvieron los jefes de agencias durante la emergencia.
Aunque reconoció el trabajo de LUMA en Camuy, Hernández Rodríguez reconoció el reto que enfrentan los alcaldes del suroeste con la recuperación del sistema eléctrico. “Ha sido donde más lenta ha estado la recuperación del servicio eléctrico y ha sido, mayormente, por la falta de equipo y personal de LUMA, un reclamo que ha hecho la Federación de Alcaldes”, señaló.
Hernández Rodríguez agregó que 121 residencias sufrieron algún tipo de impacto y 23 de las 107 instalaciones municipales han sido inspeccionadas por ajustadores privados y las aseguradoras del Municipio para determinar los daños y hacer las reclamaciones pertinentes.
El Utuado, dijo su alcalde, Jorge Pérez, el mayor reto durante estas semanas posteriores a Fiona ha sido la lluvia que ha continuado cayendo sobre la zona, lo que ha retrasado los trabajos de recuperación. “No hemos podido adelantar los trabajamos en la PR-111, kilómetro 44.4, que se partió dos días después de Fiona”, dijo al agregar que también sigue cerrada la PR-123, donde sufrieron el colapso de un puente.
“La Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) está trabajando, pero la lluvia no los ha dejado adelantar mucho”, agregó sobre los trabajos en la PR-111 que se supone se extiendan por cuatro meses, si así la lluvia lo permite. En la PR-123, dijo, la corporación trabaja en el diseño de un muro de contención.
A preguntas sobre los daños, dijo que las viviendas de 78 familias resultaron afectadas parcialmente, pero anticipó que este número podría aumentar debido a que durante recorridos por la zona han identificado familias que, hasta ese momento, no habían reportado las pérdidas. “Entiendo que hay más de 100 viviendas en peligro, además de las que se perdieron”, expuso el alcalde PNP.
Sobre el servicio de luz, Pérez indicó que quedan unos “casos individuales” por atender.
Al analizar lo ocurrido y la respuesta, el alcalde de Guánica, Ismael “Titi” Rodríguez, dijo que hay que repensar el proceso de compra y solicitud de bienes y servicios durante períodos de emergencias exigido por el gobierno central a través del Negociado para el Manejo de Emergencias que requiere completar y radicar la Forma 113, documento que, a su vez, debe estar acompañado de una justificación.
El reclamo fue levantado también por los alcaldes de Villalba y Camuy. “Tenemos que repensar cómo se hace la compra de emergencia, de diésel, cajas de agua y demás para que llegue a la gente a tiempo”, expresó Rodríguez.
“El proceso de la Forma 113 es burocrático y lento. El Negociado para el Manejo de Emergencias tiene que reevaluar cómo lo diseñaron y cuánto es el tiempo de respuesta”, apunto, por su parte, Hernández Rodríguez.
En Guánica, agregó Rodríguez, la energía fue restablecida en un 100%. El enfoque ahora es el recogido de escombros y material vegetativo y ayudar a aquellas familias que sufrieron pérdidas para asegurar que reciben la asistencia necesaria. “Tenemos alrededor de 175 viviendas que sufrieron daños. De estas, 84 resultaron destruidas totalmente o con daños mayores”, detalló el alcalde popular al añadir que han colocado unos 40 toldos.
El pueblo que aún se recupera de los estragos de los terremotos del 2020, también recibió grandes daños en las siembras de plátanos, guineos, pimientos y papaya que mantenían agricultores en la zona. “Esa área fue destruida totalmente. Se estima que se podrán levantar después de las navidades”, expuso.