Manila, Filipinas - A pesar de estar detenido a miles de kilómetros de distancia en la Corte Penal Internacional, el expresidente de Filipinas Rodrigo Duterte fue elegido como alcalde en su ciudad natal por un amplio margen, según mostraron los resultados oficiales del martes.

La junta electoral de Davao proclamó que Duterte ganó la votación por la alcaldía de Davao, ya que según el conteo oficial obtuvo más de 660,000 votos, ocho veces más que su rival más cercano. Los seguidores eufóricos corearon “Duterte, Duterte” cuando se anunció el resultado.

Su hijo menor, Sebastian, el actual alcalde de Davao, fue declarado vicealcalde. Su hijo mayor, Paolo, fue reelegido como miembro de la Cámara de Representantes, y dos nietos ganaron en elecciones locales, un reflejo de la influencia continuada de la familia.

“¡Duterte arrasa en Davao!”, publicó en Facebook su hija menor, Veronica.

Los resultados parciales y no oficiales mostraron que al menos cinco candidatos respaldados por la familia Duterte también se encontraban entre los que lideraban la carrera por 12 puestos en el Senado, en un resultado más fuerte de lo esperado en las elecciones de media legislatura del lunes. Las encuestas previas a las elecciones habían indicado que solo dos de ellos saldrían victoriosos.

Los resultados eran un impulso para la hija de Duterte, la vicepresidenta Sara Duterte, antes de un juicio político en el Senado en julio por una serie de cargos, como el presunto uso indebido de fondos públicos y la conspiración para asesinar al presidente Ferdinand Marcos Jr., su esposa y el presidente de la Cámara.

Sara Duterte está considerada como una firme aspirante para las elecciones presidenciales de 2028. Pero si es condenada por el Senado, perderá su trabajo y será inhabilitada de por vida para ocupar cargos públicos. Para ser absuelta, necesita que al menos nueve de los 24 senadores voten a su favor.

Los resultados de la carrera por el Senado se conocerán en el plazo de una semana. Los 12 que lideraban el conteo eran cinco candidatos respaldados por Duterte, otros cinco respaldados por Marcos y dos candidatos de la oposición.

Aunque el resultado de las elecciones al Senado parecía alentador para Sara Duterte, aún no está claro cómo le irá en el juicio político, dijo Jean Franco, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Filipinas. Si se presentaran pruebas condenatorias en su contra, Franco indicó que podría perjudicar sus posibilidades de ser absuelta.

Los resultados no oficiales de la carrera por el Senado también mostraron que el apoyo a Marcos, cuya aprobación cayó en abril, está disminuyendo y podría haber sorpresas en las elecciones de 2028, agregó Franco.

En un comunicado, Marcos dio las gracias a los filipinos que votaron, diciendo “nuestra democracia se ha renovado — pacíficamente, ordenadamente y con dignidad”.

“No hemos ganado todos los escaños, pero nuestro trabajo y misión continúan”, añadió.

El juicio político y el arresto y traslado de Rodrigo Duterte al tribunal en La Haya se produjeron después de que los lazos entre Marcos y Sara Duterte se desmoronaran por diferencias políticas y sus ambiciones enfrentadas. Los partidarios de Duterte criticaron al gobierno de Marcos por arrestar y entregar al exlíder a un tribunal cuya jurisdicción sus seguidores disputan.

Duterte, apodado “el Castigador” y “Harry el Sucio”, fue alcalde de Davao durante dos décadas antes de convertirse en presidente. Está retenido por la Corte Penal Internacional desde marzo, a la espera de juicio por crímenes de lesa humanidad debido a una brutal guerra contra las drogas ilegales que dejó miles de sospechosos muertos durante su presidencia de 2016 a 2022.

Según la ley filipina, los candidatos que enfrentan cargos penales, incluidos aquellos bajo detención, pueden postularse para un cargo a menos que hayan sido condenados y hayan agotado todas las apelaciones.

Sara Duterte había dicho a los periodistas después de votar el lunes que estaba en conversaciones con los abogados de su padre sobre cómo podría tomar posesión como alcalde a pesar de estar entre rejas. Había dicho que el vicealcalde probablemente sería el alcalde en funciones.