Londres — Un grupo de expertos encargado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para investigar cómo comenzó la pandemia de COVID-19 publicó su informe final el viernes, llegando a una conclusión insatisfactoria: los científicos aún no están seguros de cómo comenzó la peor emergencia de salud en un siglo.

En una rueda de prensa el viernes, Marietjie Venter, presidenta del grupo, dijo que la mayoría de los datos científicos apoyan la hipótesis de que el nuevo coronavirus saltó de los animales a los humanos.

Esa fue también la conclusión a la que llegó el primer grupo de expertos de la OMS que investigó los orígenes de la pandemia en 2021, cuando los científicos concluyeron que el virus probablemente se propagó de los murciélagos a los humanos, a través de otro animal intermediario. En ese momento, la OMS dijo que una fuga de laboratorio era “extremadamente improbable”.

Venter dijo que después de más de tres años de trabajo, el grupo de expertos de la OMS no pudo obtener los datos necesarios para evaluar si el COVID-19 fue o no el resultado de un accidente de laboratorio, a pesar de las repetidas solicitudes de cientos de secuencias genéticas e información de bioseguridad más detallada que se hicieron al gobierno chino.

“Por lo tanto, esta hipótesis no pudo ser investigada o excluida”, dijo. “Se consideró muy especulativa, basada en opiniones políticas y no respaldada por la ciencia”. Dijo que el grupo de 27 miembros no llegó a un consenso; un miembro renunció a principios de esta semana y otros tres pidieron que se eliminaran sus nombres del informe.

Venter dijo que no había evidencia que probara que el COVID-19 había sido manipulado en un laboratorio, ni había ninguna indicación de que el virus se hubiera estado propagando antes de diciembre de 2019 en ningún lugar fuera de China.

“Hasta que haya más datos científicos disponibles, los orígenes de cómo el SARS-COV-2 entró en las poblaciones humanas seguirán siendo inconclusos”, dijo Venter, refiriéndose al nombre científico del virus COVID-19.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que era un “imperativo moral” determinar cómo comenzó el covid, y señaló que el virus mató al menos a 20 millones de personas, eliminó al menos $10 billones de la economía mundial y trastornó la vida de miles de millones.

El año pasado, la AP descubrió que el gobierno Chino congeló los esfuerzos nacionales e internacionales significativos para rastrear los orígenes del virus en las primeras semanas del brote en 2020 y que la propia OMS pudo haber perdido las primeras oportunidades para investigar cómo comenzó el COVID-19.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha culpado durante mucho tiempo del surgimiento del coronavirus a un accidente de laboratorio en china, mientras que un análisis de inteligencia de Estados Unidos encontró que no había pruebas suficientes para probar la teoría.

Los funcionarios chinos han rechazado repetidamente la idea de que la pandemia podría haber comenzado en un laboratorio, diciendo que la búsqueda de sus orígenes debería llevarse a cabo en otros países.

En septiembre pasado, los investigadores se centraron en una lista corta de animales que creen que podrían haber transmitido el COVID-19 a los humanos, incluidos los perros mapache, los gatos civeta y las ratas de bambú.