Desde que llegó al Capitolio en enero de 2009, llamó la atención por su colorida vestimenta, su ausencia de filtros al hablar y su tono jocoso, pero fue un lujoso carro Bentley, en el que se le vio llegar varias veces a la Casa de las Leyes, lo que catapultó al ahora fenecido exsenador Antonio Soto Díaz a la palestra pública y que también le costó su escaño legislativo.
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El Chuchin: una vida en la política marcada por escándalos
Un repaso a su trayectoria legislativa
Nota de archivo
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