Una confidencia por presuntos delitos de narcótrafico llevó a las autoridades a iniciar la investigación que culminó con el arresto y la formulación de cargos contra Félix “Felo” Meléndez Figueroa, coach de tercera base de los Samaritanos de San Lorenzo de la Liga de Béisbol Superior Doble A.

Así lo informó a El Nuevo Día el teniente Francisco Aponte, director de la División de Drogas del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Caguas.

“Una confidencia que llegó lo vinculaba a él con narcotráfico (...) Llevábamos varios meses investigando, ubicando la residencia y dándole seguimiento hasta que conseguimos la orden de allanamiento”, indicó el teniente.

Meléndez Figueroa, quien fue suspendido por la Federación de Béisbol de Puerto Rico (FBPR) poco después de su arresto, fue arrestado el 8 de mayo por agentes de la División de Drogas en su residencia en la calle 8 de la urbanización El Torito, en Cayey.

Pese a que la pesquisa iniciada por las autoridades apuntaba a narcotráfico, Aponte informó que, al momento de ejecutar la orden de registro, no hallaron sustancias controladas en el hogar.

En su lugar, encontraron un rifle, cargadores, municiones de rifle y pistola, pirotecnia y dinero en efectivo, los cuales fueron ocupados como parte de la investigación.

El oficial indicó que, esa misma tarde, tras evaluar el caso con la fiscal Lourdes Cruz, se formularon cargos en contra del entrenador por portación, posesión o uso ilegal de armas y por fabricación, distribución, posesión y uso de municiones.

La jueza Irmarie Colón Massó, del Tribunal de Caguas, halló causa en ambos cargos y fijó una fianza global de $10,000.

Meléndez Figueroa prestó el monto, por lo que fue dejado en libertad bajo supervisión electrónica hasta la celebración de la vista preliminar.

Al momento del allanamiento, diligenciado en presencia de dos menores de 7 y 11 años, las autoridades también arrestaron a la esposa del entrenador.

No obstante, Aponte indicó que la Fiscalía determinó no formular cargos en su contra.

Meléndez Rivera se inició como jugador en la Doble A en el 2000 con los Leones de Patillas. De igual forma, estuvo activo con los Toritos de Cayey y los Centinelas de Orocovis en la primera década del milenio.

Su experiencia como coach, además, comenzó en Salinas en el 2016 y también tuvo experiencias en Las Piedras, Aibonito y Guayama. En 2022, anunció su renuncia como dirigente de los Bravos de Cidra.