El abogado de una de las imputadas por el asesinato de Gabriela Nicole Pratts Rosario sostuvo que su clienta “estaba trabajando” y tuvo una “mínima participación” en la noche de los hechos.

Después de que un juez le denegara su petición de que le entregaran supuesta prueba exculpatoria, el licenciado Jesús Ramos dijo afuera de la sala judicial que busca evidencia para distanciar a su representada, Elvia Cabrera Rivera, del crimen.

Ramos intentaba obtener resultados de prueba a material genético (ADN), vídeos y cualquier otra imagen que tuviera el Ministerio Público, mientras que los fiscales aseguran que no existe prueba exculpatoria.

“(Sobre) el resultado de las pruebas de ADN, nosotros entendemos que promueve la inocencia de nuestra clienta”, sostuvo Ramos.

“Recuerden que esto es un caso de asesinato y se requiere propósito y premeditación, y si hay (un) evento en un desvío (carretera), donde hay una multitud de personas, y si hay un vídeo, podría verse la participación de mi representada, sobre todo cuando ella lo que estaba haciendo era trabajando”, agregó.

Aunque reconoció que desconoce el resultado de las muestras de material genético tomadas a Cabrera Rivera, el abogado dijo que “por eso fue que se presentó la moción, pero nosotros entendemos la inocencia de nuestra representada”.

Mantuvo que su petición fue “en relación a la evidencia científica que entendemos es negativa”.

Cuando se insistió en la pregunta de si pretendía demostrar que su clienta no estaba en la escena, Ramos dijo que “eso se verá en los testigos, pero mi representada estaba trabajando”.

“Es mínima la participación”, dijo Ramos, en relación a Cabrera Rivera. “Mínimo, minutos”, apuntó antes de marcharse sin ofrecer detalles adicionales a qué tipo de “participación” se refería.

Cabrera Rivera y su hija, Anthoneiska Avilés Cabrera, de 17 años, enfrentan cargos por asesinato en primer grado como únicas imputadas por el crimen, hasta el momento, aunque la secretaria de Justicia, Lourdes Gómez Torres, le reveló a El Nuevo Día ayer que “pronto” presentarán denuncias contra otras personas.

La tragedia se reportó el pasado 11 de agosto, luego de que dos menores de 16 años llegaran heridos de arma blanca al hospital Menonita de Aibonito.

El crimen ocurrió en el desvío “Roberto Colón”, intersección con la PR-14, cerca del casco urbano y a minutos del cuartel de Aibonito, según la Policía, y a pasos del negocio donde trabajaba Cabrera Rivera.

La llamada alertó sobre dos jóvenes, una fémina y un hombre, que llegaron hasta la institución. Poco después, Pratts Rosario falleció.

Según la investigación, los dos menores se encontraban en una actividad de cierre de verano auspiciada por el municipio y, al finalizar, caminaron hasta el mencionado lugar donde había un grupo de personas.

Acto seguido, surgió una discusión entre la hermana de la occisa con una persona en el lugar. Durante el altercado, la hermana de Pratts Rosario, también menor de edad, fue agredida, por lo que la víctima intercedió. Fue en ese momento cuando recibió ocho heridas de arma blanca en diferentes partes de su cuerpo.

Por estos hechos, además de asesinato en primer grado, las dos imputadas también enfrentan denuncias por violación a la Ley de Armas. Se les fijó una fianza a cada una de $1 millón, la cual no prestaron, por lo que fueron ingresadas a una institución del Departamento de Corrección y Rehabilitación.

La vista preliminar está pautada para el jueves, 18 de septiembre.