La fiscalía federal anticipó que presentará de 10 a 15 testigos contra el exboxeador Félix Verdejo y su alegado cómplice, Luis Cádiz Martínez, en un juicio que se llevaría a cabo desde el 27 de febrero de 2023.
Así trascendió durante una audiencia virtual de las partes ante el juez federal Pedro Delgado, que estableció fechas límites preliminares para encaminar el caso por el asesinato de la joven Keishla Marlen Rodríguez Ortiz y su bebé en gestación.
A preguntas del juez, el fiscal federal Jonathan Gottfried indicó que necesitaría por lo menos dos semanas para presentar “10 a 15″ testigos, la mitad de los cuales necesitarían asistencia de traductores en el tribunal federal, donde los procedimientos se conducen en inglés.
Ante ese panorama, el juez comentó que su parecer es que el juicio podría llegar a tres semanas de duración.
El tiempo deberá tomar en consideración si la defensa presentará testigos. De hecho, uno de los abogados de Verdejo, Jose F. Irizarry Pérez, contratado por la familia del exboxeador, indicó que “necesitamos tiempo para entrevistar a varios testigos”.
La petición al juez de más “tiempo”, de al menos 60 días antes de la próxima vista de estatus, fue compartida entre las partes.
Además de entrevistar a “testigos”, la defensa de Verdejo necesita que su nuevo abogado pueda familiarizarse con el caso. La licenciada Laura Maldonado ya no representa a Verdejo y en su lugar el tribunal asignó a Jason Delgado como abogado costeado con fondos de la Ley de Justicia Criminal (CJA, en inglés).
Delgado indicó que la fiscalía le suministrará un paquete de descubrimiento de prueba nuevo para asegurarse que no faltó nada en la transición de la representación legal.
Mientras, el juez fijó el 13 de octubre como la fecha límite para que las partes sometan alguna moción de cambio de alegación a culpable.
Para las mociones de supresión de evidencia tendrán hasta el 18 de noviembre de este año.
Por su parte, José Aguayo, abogado de Cádiz Martínez, indicó que ya recibió de parte de la fiscalía un memorando de preacuerdo para hacer alegación de culpabilidad. Señaló que próximamente lo hablará con su cliente.
Desde el principio del caso se señaló que el Ministerio Público contaba con la cooperación de un testigo participante de los hechos.
Verdejo Sánchez enfrenta cargos por robo a mano armada de un vehículo (carjacking) que resultó en la muerte de una persona, secuestro que resultó en la muerte de una persona, un cargo por el asesinato de un niño que no había nacido y un cargo por uso y portación de un arma de fuego durante la comisión de un delito violento.
Mientras, Cádiz Martínez enfrenta cuatros cargos, por cometer un carjacking que resultó en la muerte de una persona, secuestro que resultó en la muerte de una persona, un cargo por el asesinato de un niño no había nacido y uno por utilizar un arma de fuego para cometer un delito violento.
La denuncia del FBI
Según la investigación de la Policía y el Negociado Federal de Investigaciones (FBI, en inglés), Verdejo contactó a Cádiz Martínez y le solicitó ayuda para terminar con el embarazo de la Rodríguez Ortiz, después de que la joven informara al boxeador que estaba en estado de gestación con su hijo, basado en el resultado de una prueba que se había realizado.
La denuncia del FBI no identifica a Cádiz Martínez, pero su participación se conoció luego, al ser incluido junto con Verdejo en el pliego acusatorio emitido por un gran jurado federal.
La cooperación de Cádiz Martínez con las autoridades fue confirmada por el abogado criminalista Edwin Prado, quien reveló que fue contactado por él para que le coordinara la forma en que informaría a las autoridades sobre lo ocurrido.
De acuerdo con la denuncia del FBI, Verdejo contactó a la víctima el 29 de abril y “arregló para encontrarse cerca de la residencia de ella. Verdejo y el testigo condujeron para la reunión en la guagua Dodge Durango negra”.
La víctima llegó a la reunión en su vehículo, que era un Kia Forte color gris, que después fue encontrado en Canóvanas, y se montó en el vehículo de Verdejo.
“Después de la conversación entre Verdejo y la víctima en el vehículo de Verdejo, Verdejo golpeó a la víctima en la cara y le inyectaron una jeringuilla llena de sustancias compradas en un punto de drogas en (el residencial Llorens Torres)”, indica la declaración jurada.
“Verdejo y el testigo (cooperador Cádiz Martínez) entonces amarraron a la víctima por los brazos y pies con un cable”, abundó. “Un bloque fue amarrado a la víctima”.
Asimismo, indicó que Verdejo y el testigo condujeron los dos vehículos hacia el puente Teodoro Moscoso.
Allí, agregó, “la víctima fue removida del vehículo y lanzada por uno de los lados del puente al agua. Verdejo le disparó a la víctima con una pistola desde el puente”.
“El FBI revisó el pietaje de las cámaras de seguridad del Teodoro Moscoso”, destaca la denuncia. Señala que a eso de las 8:29 de la mañana de ese día una guagua “consistente con la apariencia del vehículo de Verdejo se estacionó en el paseo del puente. Hay movimiento visible de al menos un individuo en el lado del vehículo”, señala la declaración jurada, sin detallar qué tipo de “movimiento se observa”.
“El vídeo entonces muestra a la guagua irse del lugar y regresar a un punto cercano del puente en al menos dos ocasiones. La guagua se va aproximadamente a las 9:31 de la mañana”, planteó la querella federal.
El cuerpo de Rodríguez Ortiz fue encontrado el sábado 1 de mayo en la orilla de Isla Verde de la laguna San José, cerca del puente Teodoro Moscoso, donde la policía ocupó al menos un casquillo de bala.