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Los Policías y los manifestantes se volvieron a enfrentarse durante las manifestaciones para exigir la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló.
El monitor federal John Romero indicó que después de las manifestaciones de julio de 2019, la Uniformada ha mostrado un mejor control en el manejo de multitudes, como observó durante tres protestas en enero de 2020. (Ramón “Tonito” Zayas)

El monitor de la Policía, John Romero, señaló las áreas de incumplimiento por parte de la Uniformada durante las protestas del “Verano del 19″ en el Viejo San Juan.

En un informe sometido en el caso de la Reforma de la Policía, Romero, también, identificó las áreas de cumplimiento, pero destacó que “pese a la respuesta bien organizada a las protestas masivas”, “hubo áreas de no cumplimiento y eventos significativos que levantan preocupaciones”.

El monitor informó que, de acuerdo con la investigación de su oficina, se encontrón que los eventos de incumplimiento ocurrieron “cuando la Policía hacía uso adicional de la fuerza contra los manifestantes después de dispersar la multitud en la línea inicial en la calle Fortaleza”.

Romero no cuestionó que la Policía haya tomado medidas iniciales para dispersar a la multitud del lugar, pues documentó, de primera mano, el lanzamiento de rocas y otros “objetos peligrosos” como tijeras contra los oficiales.

La calle Fortaleza fue escenario una vez más de situaciones y altercados entre la policía y las personas que se han manifestado por más de una semana pidiendo la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló. (luis.alcaladelolmo@gfrmedia.com)
El monitor federal John Romero indicó que personal de su oficina presenció el lanzamiento de objetos "peligrosos" a los oficiales antes de iniciar las medidas de dispersión.

Sin embargo, criticó que después de las primeras movidas de dispersión, el personal de la Policía “se aventuraba más allá de la línea policiaca y continuaba usando métodos de fuerza adicionales, incluyendo gases lacrimógenos, gas pimienta, y perdigones y balas de goma”. Expuso que en esos casos fue cuando ocurrieron más los incidentes “de uso excesivo de la fuerza” por parte de los oficiales y resaltó que en esos momentos actuaban “sin supervisión efectiva”.

El uso excesivo de la fuerza consistió en golpes con batones, patadas y puños, y uso impropio y peligroso de municiones menos de letales”.

“Numerosos vídeos documentan al personal del Negociado de la Policía causando lesiones físicas en manifestantes, aun en circunstancias cuando esos manifestantes no parecían haber resistido el arresto o haber supuesto algún riesgo a los oficiales”.

Además, el monitor resaltó que algunas de esas acciones individuales por oficiales “estaban en violación a las políticas la Uniformada y no fueron reportadas apropiadamente ni investigadas de acuerdo con las políticas”.

Agregó que la Policía “no identificó esos oficiales que incurrieron en uso excesivo de la fuerza y no tomaron los pasos correspondientes para las acciones disciplinarias correspondientes”.

En cuanto a la operación, el Monitor indicó que durante las protestas no había suficiente cantidad de máscaras y escudos para los oficiales. También encontró que hubo pobre comunicación en relación al tamaño de las multitudes, así como su localización y dirección.

Mientras, Romero criticó la forma en que se usó la unidad antimotines del Departamento de Corrección y Rehabilitación.

Señaló que observó cómo fueron usados para relevar oficiales de la Policía en la línea policiaca, “lo que aumentó significativamente el riesgo de uso inapropiado de la fuerza contra los manifestantes”.

El informe resalta que esas unidades están adiestradas para atender motines en las prisiones, “lo que es completamente diferente al control de multitudes que no es adecuado usar contra civiles que están ejerciendo su libertad de expresión y reunirse pacíficamente a pedirle al gobierno un remedio”.

Mencionó, además, que no tienen el adiestramiento que requiere la Reforma de la Policía.

El informe del monitor federal indica que la mayoría de los incidentes de uso de la fuerza excesiva ocurrió luego de que los oficiales se salían de la línea de perímetro frente a La Fortaleza.
El informe del monitor federal indica que la mayoría de los incidentes de uso de la fuerza excesiva ocurrió luego de que los oficiales se salían de la línea de perímetro frente a La Fortaleza. (LUIS ALCALA DEL OLMO)

Según Romero, esas unidades sí pueden usarse “para proteger la Fortaleza detrás de los portones, punto en el que algún manifestante que encuentre uno de esos oficiales de Corrección estaría oficialmente entrando sin derecho”.

Pese a los señalamientos, Romero planteó que después de los eventos de julio de 2019 la Policía “ha mostrado evidencia de que ha aprendido de la experiencia y modificado su estrategia y tácticas al comienzo del año siguiente”.

“En enero de 2020, Puerto Rico experimentó manifestaciones similares en La Fortaleza”, y en las tres ocasiones el Monitor “observó una respuesta más controlada en los casos en que la Policía tuvo que enfrentar a los manifestantes”.

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