Desde mi conversión al independentismo hace seis meses, luego de toda una vida como estadista, en la que serví bajo la administración estadista de Luis Fortuño, e incluso como interno en la oficina del vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, he escuchado a muchas personas (en su mayoría estadistas) hacerme esta pregunta legítima: ¿Si eres independentista, por qué no estás en Puerto Rico y estás disfrutando de la estadidad?" Otros me dicen, "Luchar por la independencia desde la estadidad es un mamey".
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De estadista a independentista