

El gobierno de la economía más rica y la nación más poderosa del planeta lleva dos semanas cerrado por diferencias fiscales entre demócratas y republicanos. El cierre mantiene en suspenso a 750,000 empleados del gobierno federal, de los cuales 18,000 trabajan en agencias federales ubicadas en la isla. El disloque en el funcionamiento normal del gobierno de Estados Unidos ocurre en un contexto de cambios políticos y económicos radicales liderados por el presidente Donald Trump y su movimiento MAGA (“Make America Great Again”).
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