Para Puerto Rico, la elección de Biden-Harris es una buena noticia. Habrá respeto por los puertorriqueños y veremos cambios en políticas de trato igual para la isla, escribe Roberto L. Prats Palerm
Para Puerto Rico, la elección de Biden-Harris es una buena noticia. Habrá respeto por los puertorriqueños y veremos cambios en políticas de trato igual para la isla, escribe Roberto L. Prats Palerm
Llegaron las noticias del estado de Pennsylvania y así de rápido se respiró un alivio de rango global y comenzaron las celebraciones que ofrece la democracia, cuando el poder del voto destronó al presidente Donald Trump. Las bocinas sonaron, repicaron las campanas, la gente se fue a las calles y hasta se olvidaron del distanciamiento social. Las redes explotaron y así de rápido se avecina el fin de la presidencia más dañina en la era moderna. No más políticas de fomentar divisiones raciales, no más soberbia producida por egos sobre-inflados y alimentados por un sentido de superioridad genética. Se acabó el bullying presidencial. Al fin una buena noticia en el 2020.
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