En lo que al racismo se refiere, las y los puertorriqueños hemos negado nuestra realidad para construir una falsa representación que pregonamos cual infame impostor, plantea Carlos Díaz Olivo
En lo que al racismo se refiere, las y los puertorriqueños hemos negado nuestra realidad para construir una falsa representación que pregonamos cual infame impostor, plantea Carlos Díaz Olivo
A través de la historia, existe una constante que persigue al ser humano en cada contorno y en cada instante de su existencia. La misma está tan arraigada en nuestro ser que ni siquiera estamos conscientes de su existencia. Se trata de un temor disfrazado de orgullo a lo propio, falsa superioridad y menosprecio o incluso, odio, frente a aquellos cuyos rasgos, costumbres y comportamientos se distancien o reten los nuestros. Ese sentimiento que nos acompaña y asecha es la intolerancia y el racismo.
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