
Opinión
Explica ideas y extrae conclusiones basadas en la interpretación de hechos y datos.
Un guaraguao volaba en círculos sobre el cielo de mi barrio mientras un pitirre lo aguijonaba por el cocote. Mi papá, que no perdía oportunidad de darme lecciones, sentenció: “cada guaraguao tiene su pitirre”. Instantes después el guaraguao se precipitaba en caída libre sobre las copas de los árboles de mangó desde donde antes amenazaba a las gallinas con robarle sus polluelos. Ese famoso dicho de antes ahora podría parafrasearse como “cada tiburón tiene su conejo”.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: