Johanna Rosaly
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Cómo llegué a Orgullo Boquerón

Mi primer recuerdo de haber salido en defensa de una persona de la comunidad LGBTTQI+ se remonta a mis ocho o nueve años. Íbamos en la guagua escolar mi hermanito menor y yo, y unos chiquillos comenzaron a burlarse de él cantándole “Rosaly, Rosaly, capullito de alelí”, con esa inocente crueldad que pueden desplegar los niños. Ni mi hermano Felipe ni yo teníamos idea de qué cosa era ser homosexual o “pato”, pero estaba claro que pretendían humillarlo por su forma de ser.

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