Muchos piensan que hay uno y ya, pero no. Tenemos el tiempo real, y el verbal (que no es lo mismo ni se escribe igual). Resulta que los verbos nos informan cuándo ocurrió lo que ocurrió, en un tiempo real, que puede ser el presente (lo actual), el pasado (que ya pasó), y el futuro (que mejor lo dejamos para un futuro...). Usted puede usar un verbo presente en un tiempo que no es presente. No salga corriendo todavía, que le explico. Mire, tenemos un presente con valor de pasado, como cuando decimos El Nuevo Día publica el primer Bocadillo el 4 de junio de 2014. Este es el presente histórico pues actualiza algo que ya pasó. Ese verbo “publica” está en presente, pero la acción se ubica en el pasado (¿lo ve?). También tenemos un presente con valor de futuro, como por ejemplo: El mes que viene me voy pa’l ________ (llene el blanco con el destino de su predilección). El presente habitual es ese que se repite ANTES y DESPUÉS del acto de habla como en: Todos los días usted lee el Bocadillo. Hay también un presente que se refiere a acciones que siempre ocurren; el presente intemporal. ¿Un ejemplo? Los elefantes tienen trompa. Y, por último, presente con valor de mandato: Se me calma, que el IVA no ha llegado. ¿Oka?
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