Las conjeturas conspiratorias también pasan factura: engendran ignorancia, desechan el sentido crítico, nos tientan con una seguridad ficticia, y pueden engendrar fanatismo y violencia, dice Alfonso Martínez-Taboas
Las conjeturas conspiratorias también pasan factura: engendran ignorancia, desechan el sentido crítico, nos tientan con una seguridad ficticia, y pueden engendrar fanatismo y violencia, dice Alfonso Martínez-Taboas
Las teorías de conspiración están tomando arraigo en muchas mentes, en especial con la proliferación de los medios sociales. Estas teorías plantean que hay unas mentes supremas que nos engañan y nos descarrilan de la verdad, haciéndonos creer en apariencias falsas, con propósitos siniestros y en contra del bien común. Ejemplos recientes son: que la tierra es plana, que las masacres en la escuela Sandy Hook y en Las Vegas fueron llevados a cabo por actores pagados, que todos los viajes a la Luna con tripulación humana de NASA fueron realizados en un estudio de cine, que una raza de reptiles extraterrestres toma forma humana y están dominando el planeta, y que Hillary Clinton era la dueña de una pizzería en donde habían niños esclavos sexuales. Muchos entienden que las acusaciones de fraude masivo en las elecciones por parte de Donald Trump son parte de teorías conspiratorias.
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