El COVID-19 y el derecho a morir
La muerte es el misterio más significativo que afecta al ser humano. Todos los animales, incluyendo al hombre, habremos de morir; no se sabe cuándo. Los creadores de la Constitución norteamericana no pudieron anticipar que una enmienda de libertad pudiera adelantar la muerte de un gran número de ciudadanos. Eso es precisamente lo que ha ocurrido en el estado de Nueva York. El 18 de marzo de 2020 el gobernador Andrew Cuomo decretó un estado de emergencia ante la pandemia de COVID-19 y el gran número de muertes que estaban ocurriendo en Nueva York. Varios meses más tarde, Cuomo emitió una orden ejecutiva para limitar el número de personas que podían asistir a reuniones, incluyendo servicios religiosos. La diócesis católica de Brooklyn entabló una demanda en contra de Cuomo por alegada violación a la libertad de religión garantizada en la Primera Enmienda de la Constitución.
Otras columnas de Enrique Vázquez Quintana
martes, 23 de febrero de 2021
Nuevo Hospital de Trauma: hay una mejor alternativa
Las razones que se han utilizado para justificar la idea de crear un nuevo Hospital de Trauma son infundadas y erróneas, de acuerdo con Enrique Vázquez Quintana
viernes, 12 de febrero de 2021
Raúl García Rinaldi: se marchó uno de nuestros gigantes
Da la impresión de que el doctor García Rinaldi se regía por la apuesta de Pascal, una estrategia de optimismo y afirmación que favorece la intervención quirúrgica aun cuando la mortalidad sea alta, escribe Enrique Vázquez Quintana
martes, 12 de enero de 2021
Clemencia ejecutiva: la situación en Puerto Rico y EEUU
En Puerto Rico hay que estar preso para que se otorgue clemencia ejecutiva. En Estados Unidos se otorga el perdón presidencial sin haber sido acusado o encontrado culpable de delito alguno, escribe Enrique Vázquez Quintana
martes, 10 de noviembre de 2020
Trump y Biden: el guaraguao y el pitirre
El pitirre Biden no tendrá que remover al guaraguao Trump de la Casa Blanca. Lo más sensato debe ser que tras la visita de varios congresistas republicanos estos lo convenzan de que acepte la derrota, escribe Enrique Vázquez Quintana