El Secretario de Justicia, sin excusas para no actuar
Todavía hay gente que vive con la creencia de que las decisiones de los jueces están en el mercado de compraventa o alquileres. Por décadas la leyenda ha sido que quien tenga un asunto con la justicia puede arreglarlo si tiene una pala para llegar hasta el juez del caso y obtener, fuera del curso ordinario de los procedimientos, determinado resultado. Y, a decir verdad, aunque los jueces de Puerto Rico son, como regla general, incorruptibles, el pasado ha demostrado excepciones, pues ha habido jueces que han sucumbido a la tentación del dinero o los cargos y han terminado presos o destituidos. Ahí está el ejemplo del juez de Aguadilla que vendió su alma al diablo por un puñado de dólares y la promesa de un nombramiento al Tribunal de Apelaciones. Terminó en la cárcel federal.
Otras columnas de Hiram Sánchez Martínez
martes, 19 de septiembre de 2023
Fundamental diferencia de funciones entre juez y jurado
En el caso de Sánchez Valle, el Tribunal Supremo de Estados Unidos resolvió que el veredicto debía ser unánime. Ahora si los doce no se ponen de acuerdo, hay que disolver el jurado y empezar el juicio de nuevo ante otro jurado, escribe Hiram Sánchez
viernes, 15 de septiembre de 2023
La muerte de Lara Camila González: no es cuestión de andar con prisas investigativas
La muerte de Lara Camila González Ortiz es algo demasiado serio como para andar con prisas investigativas que arruinen las posibilidades de conseguir prueba que establezca en su día la culpabilidad del acusado fuera de duda razonable, escribe Hiram Sánchez Martínez
lunes, 21 de agosto de 2023
El caso de Alexis Alicea Torres y la nueva política sobre encarcelamiento de delincuentes
La Ley 85 de 2022 incorporó al sistema de justicia penal una nueva política pública para el encarcelamiento de delincuentes y ahora la idea es que estos se rehabiliten y salgan cuanto antes a la libre comunidad, escribe Hiram Sánchez Martínez
lunes, 7 de agosto de 2023
Pensión alimenticia: un ejemplo de maltrato económico
Un progenitor recalcitrante que se niega a pagar a tiempo la pensión alimenticia pudiendo hacerlo según mandado por el tribunal, podría estar incurriendo en la nueva modalidad de maltrato económico, escribe Hiram Sánchez Martínez