El Titanic, el Titan y la Trinchera de Puerto Rico
Pensé que el naufragio del Titanic no volvería a ser noticia de igual forma como en 1997 cuando se estrenó la película de igual nombre. Tal vez tampoco lo pensó Robert Ballart cuando lo encontró aquel primero de septiembre de 1985. Para Ballart, el naufragio era un camposanto a 12,500 pies de profundidad por las 1,500 víctimas humanas que reclamó en 1912. Un lugar para ser respetado, inalterado. Ni siquiera reclamó los derechos de salvamento por haberlo descubierto. Estaba convencido que a esa profundidad lo dejarían tranquilito.
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