Greta Thunberg se ha incorporado al grupo de quienes dan un paso al frente para exponer una causa que necesita el mayor número de voces posibles, voces que lleguen a todos los rincones del globo terráqueo, dice Hiram Sánchez Martínez
Greta Thunberg se ha incorporado al grupo de quienes dan un paso al frente para exponer una causa que necesita el mayor número de voces posibles, voces que lleguen a todos los rincones del globo terráqueo, dice Hiram Sánchez Martínez
Puso cara de pocos amigos al espepitarle a la cara de los representantes del mundo entero el “How dare you”, el “¿Cómo se atreven?” (eso de haberle hecho y continuar haciéndole daño al medioambiente y quedarse como si tal cosa). El esfuerzo de la adolescente sueca de dieciséis años, Greta Thunberg, para llamar la atención a la comunidad de las naciones —muy especialmente a su liderato político—, a los fines de “inspirar y amplificar demandas políticas de acciones climáticas urgentes que reflejen los hechos científicos”, es digno de admiración y encomio. El cambio climático es un hecho evidente a nuestros sentidos. Ahí están la frecuencia y ferocidad de los huracanes, el deshielo que aumenta los niveles de mares y océanos, las temperaturas extremas en todos los lugares, ya sean de frío o de calor, etcétera. Es algo preocupante.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: