La teleaudiencia no vio a un hombre valiente, enfrentando con gallardía una enfermedad peligrosa, sino a un imprudente, cuya estupidez provocó que él y sus allegados contrajeran el virus innecesariamente, escribe Jorge Schmidt Nieto
La teleaudiencia no vio a un hombre valiente, enfrentando con gallardía una enfermedad peligrosa, sino a un imprudente, cuya estupidez provocó que él y sus allegados contrajeran el virus innecesariamente, escribe Jorge Schmidt Nieto
El COVID-19 llevó a Trump de vuelta a la escuela. Ahora se siente experto. Su desdén por la ciencia ha empeorado desde que contrajo el virus. Aprendió y nos aconseja, con su nueva adquirida sabiduría, que no le temamos al coronavirus o como queramos llamarle. La vida enseña más que los aburridos libros, implican sus palabras. No toma en cuenta que, si hubiera seguido los consejos de quienes escriben esos libros que él desprecia, no habría contraído el virus ni habría tenido que volver a la escuela.
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