OPINIÓN
Punto de vista
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
prima:Música para camaleones

Cuando me preguntan qué es eso del Estado Benefactor lo explico así: la posibilidad de que un nieto pueda redimir el peso violento del capital con un sigiloso pizzicato desde la yema de los dedos, escribe Cezanne Cardona Morales

26 de junio de 2021 - 1:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.

El asesinato de mi abuelo me llevó al violonchelo. Eso fue lo que le dije al profesor de Teoría y Solfeo del Programa de Cuerdas Para Niños, en el Conservatorio de Música, cuando me preguntó por qué había seleccionado aquel instrumento. Nunca conocí a mi abuelo, pero crecí viendo aquel recorte del periódico El Imparcial, que guardaba mi abuela en un álbum de fotos, y en el que aparecía la noticia del asesinato junto a una promoción del segundo Festival Casals que se celebraba en la isla. En una página, publicaban la crónica roja sobre un trabajador de la caña -mi abuelo- y, en la otra, la reseña del último día del Festival Casals. Es decir, que la misma noche en que Isaac Stern tocaba el “Concierto número 3 para violín en Sol Mayor” de Mozart, seis sujetos golpeaban y aplastaban, dos veces, a mi abuelo con un carro. Por supuesto, Casals no salvó a mi abuelo de sus asesinos, pero años después tuve la oportunidad de imaginarme el fantasma de mi abuelo, orgulloso en una butaca, mientras su nieto tocaba en la Orquesta Intermedia. Así que cuando me preguntan qué es eso del Estado Benefactor lo explico así: la posibilidad de que un nieto pueda redimir el peso violento del capital con un sigiloso pizzicato desde la yema de los dedos.

Guías de Opinión
Las columnas deben enviarse a Gerardo Cordero: gerardo.cordero@gfrmedia.com. Las columnas tienen que ser de 300, 400 o 500 palabras. Al enviarnos su columna, el escritor concede a GFR Media una licencia exclusiva, perpetua, irrevocable, sublicenciable, mundial y libre de regalías para reproducir, copiar, distribuir, publicar, exhibir, preparar obras derivadas, traducir, sindicar, incluir en compilaciones u obras colectivas, y de cualquier otro modo de forma general utilizar su columna (en todo o en parte), sin reserva ni limitación alguna, en cualquier medio (incluyendo pero sin limitarse, a las versiones impresas o digitales o en los sitios web o aplicaciones móvil del periódico El Nuevo Día), forma, tecnología o método conocido en el presente o que sea conocido, desarrollado o descubierto en el futuro. El autor acepta que GFR Media, LLC, podría cobrar a los suscriptores las versiones digitales, sitios web o aplicaciones móviles de GFR Media por el acceso a la columna. has context menu


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: