Explica Crystal que hay chistes que se repiten en distintas culturas. Crean estereotipos, y tienen una estructura común, como cuando decimos “estaba este tipo de (equis país)”..., seguido de la burla. Mire, los ingleses se mofan de los irlandeses. Los de Holanda de los belgas y viceversa. En algunas partes de E.U. se burlan de nosotros; aquí sobran los chistes de dominicanos, y estos hacen lo propio con los haitianos. Crystal dice que en el Pacífico, la gente de Tonga hace chistes de los de Ena. Y, para que se entere, en Jordania los chistes son de la gente de la villa de Al-Sareeh. Tribus del África central hacen chistes de los pigmeos africanos, como los Aka y los Efé; hay cientos chistes de gallegos, de polacos, de cubanos, de todas las nacionalidades, lo cual confirma que la premisa de que alguien es ignorante por su lugar de nacimiento es ABSURDA. Lo interesante para Crystal es que se repitan en tantas culturas. Mire este: un niño corrió detrás de la guagua hasta su casa. Orgulloso le dijo a su madre que había ahorrado “20 pence”. Ella le cuestionó por qué no corrió tras un taxi pues se hubiera ahorrado “una libra”. De este hay mil variantes, cambiando, por supuesto, la nacionalidad y la moneda. Amigo, la gracia de un buen chiste no depende de la nacionalidad del personaje. Elimínela y verá.Profabocadillos@gmail.com
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