No más mimos al delincuente “doméstico”
Una mañana de sesión, cuando yo era juez del Tribunal Superior, se llamó un caso de Ley 54 (Violencia Doméstica). El primero en hablar fue el fiscal para informar que había llegado a un acuerdo con el acusado de maltrato agravado —por haberle dado una pela a su pareja que no era su esposa— y que la perjudicada estaba de acuerdo con que él, que era un servidor público, se declarara culpable y se le concediera el beneficio de un desvío. La abogada del acusado corroboró su conformidad. Me cercioré de que, en efecto, la perjudicada estaba de acuerdo y acepté la alegación de culpabilidad.
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viernes, 19 de mayo de 2023
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sábado, 6 de mayo de 2023
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sábado, 22 de abril de 2023
Cuando un testigo “se vira”
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