

“Duerme, duerme negrito… que tu mama está en el campo, negrito…” Así comienza esa canción de cuna del folclor latinoamericano, que Atahualpa Yupanqui rescató décadas atrás y que figuras como Víctor Jara y Mercedes Sosa han interpretado con una belleza irrepetible. De sus voces emana ternura, verdad y también, mucho del dolor que viene con la pobreza y con la marginación racial. Es un canto al consuelo, al amor y uno de los usos más tiernos del diminutivo por excelencia a la hora de hablar de la querencia en español y en este lado del mundo: negrito.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: